capilla de la divina pastora
capilla de la divina pastora

La Capilla de la Divina Pastora, es una joya del patrimonio religioso gaditano, es un lugar cargado de historia y espiritualidad. Esta capilla es no solo un rincón de devoción sino también un reflejo de la rica tradición barroca de la ciudad.

El origen de esta capilla se remonta a 1736, año en que fue promovida y fundada por el capuchino Fray Isidoro de Sevilla, una figura de gran relevancia en el panorama religioso de la época. La iniciativa para su construcción contó con el apoyo del Obispo Fray Tomás del Valle y de la Compañía Espiritual del Santísimo Rosario de María Santísima Inmaculada y Divina Pastora de las Almas y Glorioso San Miguel Arcángel, fundada por el propio fray Isidoro en el Convento de Santa María en 1733. Esta compañía, inicialmente devota del Santo Rosario, más tarde se convertiría en una Archicofradía al ser agregada a la Orden Hospitalaria del Espíritu Santo.

La advocación de la Divina Pastora, a quien está dedicada la capilla, representa a la Virgen María en un papel muy particular: el de una pastora, cuidando de sus fieles como si fueran corderos. Esta imagen, muy popular en la época, simboliza la protección maternal y divina de la Virgen hacia los cristianos, siendo una extensión de la figura de Cristo como el Buen Pastor. En la iconografía, se la suele representar con un sombrero de ala ancha, cayado, y rodeada de corderos, una imagen que encierra el mensaje de amor y cuidado por la humanidad.

El proceso de construcción de la capilla es una historia de determinación y paciencia. En 1734, Fray Isidoro solicitó al Ayuntamiento de Cádiz un terreno para erigir el templo, obteniendo un primer sitio frente al Convento de Religiosas de Santa María. Sin embargo, debido a las inclemencias del tiempo que afectaban ese lugar, Fray Isidoro pidió vender el terreno para adquirir otro. Finalmente, encontró un espacio adecuado en el campo de las Cererías, en lo que hoy es la calle Capuchinos, y ese mismo año comenzaron las obras.

La construcción original, levantada en 1736, fue reemplazada al año siguiente por la estructura que conocemos hoy. A lo largo de los años, la capilla ha sufrido varias reformas importantes. Entre 1754 y 1755, se remodeló la cúpula y se añadieron las capillas laterales, en 1757 se erigió la espadaña que corona el campanario y, en 1762, se completaron las obras con la finalización de la portada.

La fachada de la capilla es un magnífico ejemplo del estilo barroco, tan característico de la época. La portada principal se proyecta hacia la calle, creando un volumen que destaca sobre el plano de la fachada. Este diseño incluye tres huecos superpuestos, de formas abultadas y con una ornamentación muy rica en detalles. El hueco inferior es una puerta de medio punto, decorada con la figura de un ángel que parece sostener las molduras que la rodean. Sobre esta puerta, el siguiente hueco alberga una imagen de la Virgen de la Divina Pastora, situada sobre una repisa y adornada con una cabeza de león en sus jambas. El último hueco, en lo alto, es un óculo circular decorado con una cabeza de ángel, rodeada por volutas barrocas.

Flanqueando esta portada se encuentran pilastras que sostienen un entablamento coronado por un orden corintio, también de una exuberante ornamentación barroca. A los lados de la portada, a nivel de la vista, hay unas pequeñas capillas protegidas por rejas, destinadas a la exposición de imágenes de devoción.

Uno de los elementos más llamativos de la fachada es su campanario, resuelto en forma de espadaña doble. Este campanario, con dos campanas enmarcadas por pilastras toscanas, se alza sobre el ángulo izquierdo del edificio, añadiendo un toque barroco muy singular a la composición.

Con el tiempo, la capilla adquirió gran importancia, tanto espiritual como social, lo que le permitió ser elevada al rango de santuario debido a la profunda devoción que inspiraba la Divina Pastora. En 1964, el Obispo Antonio Añoveros elevó la capilla al rango de parroquia. Esta inauguración oficial como parroquia tuvo lugar el 8 de diciembre de 1965, coincidiendo con la clausura del Concilio Vaticano II, en un acto lleno de simbolismo y participación del clero, con la procesión del Santísimo Sacramento desde la cercana parroquia de San Lorenzo hasta su nueva morada.

capilla de la Divina Pastora de Cádiz | fotografía 1
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capilla de la Divina Pastora de Cádiz | fotografía 2
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capilla de la Divina Pastora de Cádiz | fotografía 3
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capilla de la Divina Pastora de Cádiz | fotografía 4
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capilla de la Divina Pastora de Cádiz | fotografía 5
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capilla de la Divina Pastora de Cádiz | fotografía 6
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capilla de la Divina Pastora de Cádiz | fotografía 7
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