convento de la concepcionistas de Lebrija
convento de la concepcionistas de Lebrija

En pleno corazón de Lebrija, encontramos un monumento de inestimable valor histórico y espiritual: el Convento de la Purísima Concepción, un lugar donde el tiempo parece haberse detenido, y donde la historia y la fe se entrelazan desde hace más de 500 años. Este monasterio, habitado desde su fundación por las Madres Concepcionistas Franciscanas de la Orden de la Inmaculada Concepción, ha sido testigo de medio milenio de oración, clausura y tradición.

El 28 de agosto de 1518, el Monasterio de la Purísima Concepción abrió sus puertas en Lebrija, convirtiéndose en un refugio de espiritualidad y devoción para las religiosas concepcionistas. La Orden de la Inmaculada Concepción, fundada en Toledo el 30 de abril de 1489 por Santa Beatriz de Silva, llegó a Lebrija con un propósito claro: crear un espacio de recogimiento y oración, donde la vida monástica pudiera florecer en medio del silencio y la contemplación. Desde entonces, las Madres Concepcionistas han mantenido una labor ininterrumpida, observando la clausura monástica con el mismo fervor y dedicación que hace cinco siglos.

Uno de los elementos más destacados del convento es su iglesia renacentista, que fue reedificada durante la segunda mitad del siglo XVI. Este templo es una obra maestra de cantería, una muestra clara del arte y la arquitectura de la época. La iglesia cuenta con una sola nave, cubierta por una imponente bóveda de cañón, mientras que su cabecera plana está rematada por una elegante bóveda vaída. Este diseño, sobrio pero grandioso, refleja la pureza y sencillez que caracteriza a la Orden Concepcionista.

La fachada, que data de finales del siglo XVI, es otro ejemplo del esplendor arquitectónico del monasterio. Atribuida a la escuela de Hernán Ruiz II, la portada es de estilo manierista y está compuesta por un vano central que emula un arco de triunfo. Flanqueando la entrada, se encuentran dos columnas pareadas que añaden un aire de solemnidad al conjunto. En el intercolumnio, dos hornacinas albergan las figuras de San Pedro y San Pablo, mientras que en el segundo cuerpo, otra hornacina da cobijo a una imagen de la Virgen con el Niño, simbolizando la protección divina sobre el monasterio.

El interior de la iglesia es igualmente impresionante. En el presbiterio se encuentra el retablo mayor, una obra culminada en 1731 que constituye el corazón artístico del templo. El retablo es una equilibrada síntesis de elementos naturalistas y geométricos, donde el centro de atención es una imagen de la Inmaculada Franciscana, flanqueada por las figuras de Santo Domingo y San Francisco de Asís. Este conjunto, además de ser un objeto de devoción, es un testimonio del talento y la dedicación de los artesanos que lo crearon.

Otro elemento de gran interés en el interior de la iglesia es el artesonado del coro alto, situado a los pies del templo. Este techo de madera, trabajado con gran esmero, está decorado con una azulejería del siglo XVII, que añade un toque de color y viveza al conjunto.

A pesar de su carácter monástico y de clausura, el Convento de las Concepcionistas no está desligado de la vida cotidiana de Lebrija. De hecho, las monjas que lo habitan han encontrado en la repostería un medio de sustento y de conexión con la comunidad. Los dulces elaborados en el convento son famosos en la región, y la época navideña es especialmente significativa para la congregación, ya que es cuando más ventas realizan. No obstante, el obrador del convento mantiene su actividad durante todo el año, y sus productos son una auténtica delicia para quienes buscan sabores tradicionales y auténticos.

El Convento de la Purísima Concepción de Lebrija es mucho más que un simple edificio histórico. Es un símbolo de la perseverancia y la devoción de una comunidad religiosa que ha mantenido viva una tradición centenaria. Cada piedra, cada imagen y cada dulce que sale de este lugar cuenta una historia de fe, de trabajo y de amor por la vida monástica. En un mundo donde lo efímero a menudo eclipsa lo permanente, el convento se erige como un recordatorio de que hay valores y tradiciones que trascienden el tiempo, y que son dignos de ser preservados y admirados.

convento de las Concepcionistas de Lebrija | fotografía 1
convento de las Concepcionistas de Lebrija | fotografía 1
convento de las Concepcionistas de Lebrija | fotografía 2
convento de las Concepcionistas de Lebrija | fotografía 2
convento de las Concepcionistas de Lebrija | fotografía 3
convento de las Concepcionistas de Lebrija | fotografía 3
convento de las Concepcionistas de Lebrija | fotografía 4
convento de las Concepcionistas de Lebrija | fotografía 4
convento de las Concepcionistas de Lebrija | fotografía 5
convento de las Concepcionistas de Lebrija | fotografía 5

Visitas: 91

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí