El «Vaporcito de El Puerto», oficialmente conocido como Adriano III, fue durante décadas un emblema de la Bahía de Cádiz, conectando El Puerto de Santa María con Cádiz desde 1955 hasta su trágico hundimiento en 2011. Desde entonces, la embarcación ha sufrido un progresivo deterioro que la ha llevado a un estado de abandono preocupante de un icono portuense reconocido por todos.
Causas del abandono de un icono portuense
Tras su hundimiento en agosto de 2011 debido a un error humano, el Adriano III fue reflotado y trasladado al Varadero del Guadalete para su restauración. Sin embargo, en 2014, el cierre de este varadero dejó al Vaporcito sin protección ni mantenimiento, expuesto a las inclemencias del tiempo y al vandalismo. La situación se agravó con la demolición de las instalaciones del varadero en 2023, dejando al barco completamente desprotegido. Recientemente, la desaparición de un puntal de sujeción provocó el desplome de la popa y parte de la cubierta, aumentando el riesgo de colapso total.
Iniciativas de recuperación y sus obstáculos
A lo largo de los años, se han propuesto diversas iniciativas para restaurar y preservar el Vaporcito:
- Proyecto de 2012: Se anunció que el Adriano III volvería a navegar en la primavera de 2013, incorporando mejoras para pasajeros con movilidad reducida. Sin embargo, las estrictas regulaciones para bienes declarados Bien de Interés Cultural (BIC) y las dificultades técnicas impidieron su ejecución. puentedemando.com
- Asociación cultural El Vaporcito (2020): Esta entidad asumió la propiedad del barco con el objetivo de restaurarlo y convertirlo en un museo en dique seco, estimando un coste de 400.000 euros. A pesar de sus esfuerzos, la falta de apoyo institucional y financiero frustró el proyecto. elpais.com
Razones del fracaso de las iniciativas
Las principales causas del fracaso en la recuperación del Vaporcito incluyen:
- Falta de apoyo institucional: Tanto las administraciones locales como autonómicas no han brindado el respaldo necesario para la restauración del barco.
- Trabas burocráticas: La condición de BIC del Adriano III ha implicado requisitos técnicos y administrativos que han dificultado su rehabilitación.
- Deterioro avanzado: El prolongado abandono ha llevado a un estado de deterioro tal que las intervenciones necesarias resultan técnicamente complejas y financieramente inasumibles.
El «Vaporcito de El Puerto» simboliza la desidia hacia el patrimonio marítimo de la región. A pesar de los múltiples intentos por rescatarlo, la falta de apoyo y las dificultades inherentes a su restauración han condenado al Adriano III a un destino incierto, reflejando una pérdida irreparable para la memoria colectiva de la Bahía de Cádiz.
Fuentes consultadas
















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