Bodega el Cortijo
Bodega el Cortijo

En el corazón del casco histórico de El Puerto de Santa María, la Bodega El Cortijo se alza en la calle Pozos Dulces. Se encuentra muy cerca del convento del Espíritu Santo y de la Ribera del Marisco. Este enclave, cargado de tradición, guarda entre sus muros la memoria de una ciudad que creció al ritmo del vino y de los vientos de poniente.

Su origen se remonta al siglo XIX, cuando El Puerto vivió el gran auge bodeguero que consolidó su papel dentro del Marco de Jerez. En aquella época, muchas familias y comerciantes levantaron naves para la crianza y almacenaje de vinos. Siguieron el modelo de las llamadas bodegas-catedral, amplias, luminosas y adaptadas al clima.

El propósito de la Bodega El Cortijo: criar vino y hacer ciudad

La elección de Pozos Dulces no fue casual. Esta zona siempre estuvo ligada a la industria del vino, aguardientes y licores, con patios interiores y largas crujías donde el aire podía circular libremente para favorecer la crianza bajo velo de flor.

El Cortijo nació con un propósito claro: producir y conservar vinos de calidad, aprovechando las condiciones naturales y el saber bodeguero que caracterizó al Puerto del siglo XIX. A su alrededor se formó un auténtico barrio de bodegas y oficios relacionados con el vino, símbolo del esplendor económico y cultural de la ciudad.

De bodega a espacio para la vida pública

Con el paso del tiempo, la actividad vinatera fue decayendo, y muchas bodegas portuenses tuvieron que reinventarse. En este contexto, El Cortijo encontró una nueva oportunidad: convertirse en un espacio para eventos, congresos y celebraciones.

El Ayuntamiento reconoció el valor de su arquitectura y fomentó su conservación, integrándola dentro del Plan Especial de Protección del Conjunto Histórico (PEPRICHyE). Gracias a ello, se mantuvieron su volumetría, los patios y la estructura tradicional que la convierten hoy en un lugar emblemático.

Un nuevo capítulo: sede judicial y patrimonio recuperado

El futuro de El Cortijo está ligado a un proyecto de gran relevancia: su rehabilitación como sede judicial de El Puerto de Santa María. Desde 2023, el Ayuntamiento ha impulsado los trámites necesarios para hacer realidad este cambio de uso, respetando siempre la protección patrimonial del edificio.

El proyecto prevé aprovechar unos 4.470 metros cuadrados para unificar los órganos judiciales y devolver su actividad al centro histórico. Se trata de una actuación que busca revitalizar la zona de Pozos Dulces y dar una segunda vida a una de las bodegas más representativas de la ciudad.

El valor de conservar para transformar

La historia de la Bodega El Cortijo refleja una verdad esencial: conservar también significa dar nuevos usos. Reconvertir una bodega centenaria en un espacio institucional no borra su pasado. Al contrario, lo actualiza, manteniendo viva la huella de una ciudad que siempre supo reinventarse sin perder su esencia.

Hoy, El Cortijo no solo forma parte del paisaje urbano portuense, sino también de su identidad colectiva. Es un ejemplo de cómo el patrimonio puede seguir escribiendo historias, adaptándose al presente sin renunciar a su memoria.

Fuentes consultadas

Ayuntamiento de El Puerto (salones y trámites urbanísticos PEPRICHyE), Consejo Regulador del Marco de Jerez (contexto tipológico), documentación y prensa local sobre el expediente de sede judicial, y trabajos de arqueología urbana en Pozos Dulces.

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