iglesia de capuchinos
iglesia de capuchinos

La actual iglesia de Capuchinos de Cádiz ocupa la antigua capilla de la Venerable Orden Tercera franciscana (V.O.T.). Formó parte del convento de los Capuchinos, fundación gaditana del siglo XVII. La comunidad se asentó primero en la ermita de Santa Catalina (1639) y, dos años después, trasladó el convento al emplazamiento definitivo en la hoy Plaza de Capuchinos.

Quiénes la promovieron y con qué fin

La fundación fue obra de la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos, que buscaba dotar a la ciudad de casa conventual con iglesia para el culto, la predicación y la asistencia espiritual a la feligresía. En este marco devocional encargaron a Bartolomé Esteban Murillo un conjunto de lienzos para el retablo mayor del templo conventual, reforzando el prestigio artístico y catequético de la fundación. Hoy esas obras se custodian en el Museo de Cádiz.

Cuándo se construyó

El complejo capuchino se configuró entre mediados y finales del Seiscientos. La capilla de la V.O.T., que es el espacio que hoy visitamos, se levantó en el siglo XVIII como oratorio propio de los laicos terciarios vinculados al convento.

Orígenes y primeros asentamientos (siglo XVII)

La presencia capuchina en Cádiz comienza en 1639, cuando la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos fundó un convento en la antigua ermita de Santa Catalina. Apenas dos años después, en 1641, trasladaron la casa conventual al emplazamiento que hoy corresponde a la Plaza de Capuchinos, donde perduraría hasta su demolición en el siglo XX.

Según algunas crónicas locales, el origen del convento podría remontarse incluso a 1634, cuando el VIII duque don Manuel Alonso Pérez de Guzmán promovió su construcción. En cualquier caso, podemos afirmar que su consolidación y edificación definitiva tuvieron lugar en ese periodo central del siglo XVII.

Consolidación y obras principales

Durante el transcurso del siglo XVII se erigió la iglesia conventual —también denominada Iglesia de Santa Catalina— y se decoró con obras destacadas. Bartolomé Esteban Murillo pintó lienzos para su retablo mayor, entre ellos escenas como «Los Desposorios místicos de Santa Catalina», hoy en el Museo de Cádiz. La importancia artística del lugar queda también reflejada en que, según la tradición, Murillo sufrió una caída desde un andamio aquí, lesión que agravó su salud.

Capilla de la Venerable Orden Tercera (siglo XVIII)

La capilla de la Venerable Orden Tercera (V.O.T.), que es la parte visitable en la actualidad, fue construida en el siglo XVIII.

  • Su planta es rectangular, con nave única y cubierta por bóveda de cañón.
  • Conserva frescos parcialmente preservados que narran episodios de la vida de San Francisco.
  • El retablo mayor incorpora restos de un retablo rococó; entre sus imágenes sobresale una talla de San José, de tradición genovesa y también del siglo XVIII.

Desamortización y demolición

En 1836 la comunidad capuchina fue desamortizada, conforme al proceso general en España durante aquel periodo. En 1852, el antiguo convento pasó a usarse como manicomio, adscrito a la Diputación. A finales de los años sesenta del siglo XX, quedó abandonado; esto desencadenó un progresivo deterioro y, finalmente, su demolición.

Sólo se salvó la capilla de la Orden Tercera gracias a restauraciones de último momento. La iglesia mayor y el resto del complejo desaparecieron, pero numerosas obras —incluidos lienzos de Murillo y esculturas iconográficas— fueron rescatadas y depositadas en el Museo de Cádiz

Arquitectura en una mirada

La capilla presenta planta rectangular y nave única. Se cubre con bóveda de cañón. Conserva, en parte, un ciclo de frescos con escenas de la vida de San Francisco. El retablo mayor integra elementos reaprovechados de un retablo rococó y acoge imaginería dieciochesca; destaca un San José de escuela genovesa. Es un interior sobrio, de raíz franciscana, donde la decoración se concentra en el presbiterio.

Estado actual

El gran templo conventual histórico, la iglesia de Santa Catalina, desapareció con la demolición ocurrida en el siglo XX. Parte de su patrimonio pictórico —entre otros, los “Desposorios místicos de Santa Catalina”, la “Estigmatización de San Francisco” y una Inmaculada— se conserva y exhibe en el Museo de Cádiz gracias a un acuerdo entre la Junta de Andalucía y el Obispado. La capilla de la V.O.T. pervive, mantiene culto y puede visitarse.

Piezas clave procedentes del convento

Para entender la relevancia del conjunto conviene visitar el Museo de Cádiz (Plaza de Mina). Allí se exponen los Murillos pintados para el antiguo altar mayor de Capuchinos. La tradición local recuerda que el sevillano sufrió una caída mientras trabajaba en este encargo y falleció poco después, episodio que la bibliografía y la prensa institucional han difundido al hilo de los depósitos de obra. Es un capítulo esencial para conectar arte barroco y memoria del convento.

Información práctica para el viajero cultural

La iglesia-capilla se sitúa en Plaza de Capuchinos, s/n, a pocos minutos del Museo de Cádiz. El portal municipal de turismo ofrece horarios orientativos de apertura en días laborables por la mañana y reseña sus principales valores artísticos. Para liturgia y contacto pastoral, el Arzobispado mantiene ficha propia de la parroquia de Santa Catalina. Verifica siempre horarios antes de ir.

Galería de fotografías

Recorrer visualmente la iglesia de Capuchinos es descubrir la huella viva del Cádiz conventual. La galería fotográfica muestra la fachada sencilla que se abre a la plaza, el interior de nave única con su bóveda de cañón, los frescos que narran la vida de San Francisco y los detalles del retablo mayor con su imaginería dieciochesca. Las imágenes permiten apreciar la luz tamizada que entra por los vanos, el color y la textura de los muros, así como la serenidad que envuelve el espacio. Cada fotografía acerca al viajero a la atmósfera de recogimiento franciscano y a la historia de un templo que ha sobrevivido al paso del tiempo y a la desaparición de su convento.

iglesia de Capuchinos
iglesia de Capuchinos
entrada lateral de la capilla
entrada lateral de la capilla
detalle de la capilla
detalle de la capilla

Por qué merece la visita

  • Es un raro ejemplo conservado de capilla de la Orden Tercera vinculada a un convento capuchino.
  • Resume el lenguaje franciscano: arquitectura contenida, devoción clara, foco en el retablo.
  • Dialoga con el Museo de Cádiz: los Murillos del antiguo templo completan el relato in situ.

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