parroquia de santa maría magdalena
parroquia de santa maría magdalena

La Parroquia de Santa María Magdalena se erige como el corazón espiritual e histórico de Dos Hermanas, en la provincia de Sevilla. Este templo no solo destaca por su arquitectura y arte sacro, sino también por su profundo arraigo en la identidad nazarena.

Orígenes y evolución histórica de la parroquia de Santa María Magdalena

La fundación de la Parroquia de Santa María Magdalena se entrelaza con el nacimiento mismo de la localidad de Dos Hermanas, a finales del siglo XIII. Según la tradición, la villa fue donada en 1248 por el rey Fernando III, tras la reconquista de Sevilla, a Gonzalo Nazareno, caballero de la Orden de Santiago. El nombre de la población proviene de sus hijas, Elvira y Estefanía Nazareno, conocidas como “las dos hermanas”, quienes habrían promovido la construcción de una pequeña iglesia en el lugar donde hoy se levanta la parroquia.

Aquella primitiva iglesia, dedicada ya desde el principio a Santa María Magdalena, cumplía funciones básicas de culto en una comunidad todavía incipiente. Era un templo humilde, de estilo mudéjar, que reflejaba las influencias de la arquitectura almohade aún presentes en la región en esa época. Su construcción probablemente se realizó con materiales reutilizados de edificios anteriores, siguiendo la tradición de las iglesias rurales andaluzas posteriores a la Reconquista.

Siglos XIV y XV

Durante los siglos XIV y XV, Dos Hermanas fue creciendo demográficamente, y la parroquia fue adaptándose a las nuevas necesidades de la población. En este período se comenzaron a documentar formalmente los primeros registros sacramentales, lo cual indica que ya funcionaba como centro parroquial consolidado.

Hacia finales del siglo XV y principios del XVI, el templo original fue objeto de reformas estructurales. Se añadieron capillas laterales y se reforzó su estructura con arcos ojivales de estilo gótico tardío, varios de los cuales aún se conservan como testigos mudos del paso del tiempo. Estas reformas no solo respondían a necesidades litúrgicas, sino también a la creciente importancia social y simbólica del edificio dentro del núcleo urbano, que por entonces empezaba a configurarse en torno a la parroquia.

Torre del campanario

Uno de los elementos más antiguos conservados es una torre de campanario de base cuadrada que pudo tener funciones defensivas, además de religiosas, en una época donde las iglesias también cumplían un papel estratégico. Se sabe que el entorno rural sevillano era todavía inestable en la baja Edad Media, por lo que las iglesias solían construirse con cierto carácter fortificado.

A partir del siglo XVII, la parroquia comienza a adquirir una presencia aún más destacada, no solo desde el punto de vista religioso, sino también cultural y administrativo. En este período, la parroquia no solo ejercía su función pastoral, sino que también era depositaria de información civil, como censos y libros de bautismo, matrimonios y defunciones.

Deterioro y reconstrucción

Sin embargo, el gran cambio llegó en el siglo XVIII. El edificio, muy deteriorado por el paso de los siglos, fue sometido a una profunda reconstrucción que culminó con el templo actual, ya de estilo plenamente barroco. Esta nueva iglesia respetó algunos elementos del templo original, integrando así el pasado gótico-mudéjar con la estética barroca propia de la época. La nueva planta incluía una nave principal y capillas anexas, con un diseño más amplio y ornamentado, acorde al gusto artístico del siglo.

La elección de Santa María Magdalena como titular del templo tampoco fue casual. Esta santa, considerada modelo de conversión y penitencia, era muy venerada en la Edad Media y en la Contrarreforma, por su figura ambigua, humana y redentora. Además, la devoción por ella se extendió ampliamente por Andalucía, donde numerosas iglesias llevan su nombre.

Arquitectura y arte sacro

La Parroquia de Santa María Magdalena, tal como la conocemos hoy, es el resultado de una importante reforma barroca acometida durante el segundo tercio del siglo XVIII. Este proceso transformó profundamente la antigua iglesia mudéjar, adaptándola a los gustos, necesidades y lenguaje arquitectónico propios del Barroco sevillano. La combinación de estilos antiguos con elementos barrocos aporta al templo una riqueza estética única y fácilmente reconocible en el paisaje urbano de Dos Hermanas.

Exterior del templo

La fachada principal se presenta con una composición sobria pero equilibrada. Su portada, realizada en piedra, sigue un esquema barroco contenido. Se articula en dos cuerpos: el primero con un arco de medio punto flanqueado por pilastras toscanas, y el segundo, más estrecho, con una hornacina que alberga una imagen de Santa María Magdalena. El remate con frontón curvo coronado por una cruz aporta verticalidad y simbolismo.

Uno de los elementos más destacados es la torre campanario, que se alza a la derecha de la fachada. De planta cuadrada, la torre está compuesta por varios cuerpos decrecientes, rematados por un capitel cerámico vidriado en tonos verdosos, típico de la escuela sevillana. Este campanario, visible desde numerosos puntos del casco antiguo, se ha convertido en un icono visual de Dos Hermanas.

Planta y distribución interior

El interior del templo responde al modelo clásico de iglesia de planta de cruz latina, con una nave central y varias capillas laterales comunicadas entre sí. La bóveda de cañón con lunetos cubre la nave principal, mientras que el crucero se eleva con una cúpula sobre pechinas decoradas con pinturas de inspiración alegórica y religiosa.

La luz natural entra a través de ventanas altas, generando un ambiente solemne que realza la decoración barroca y las imágenes sagradas que adornan sus muros y altares.

El retablo mayor

El elemento más impresionante del interior es el retablo mayor, una magnífica obra barroca de madera tallada y dorada, que preside el presbiterio. Esta pieza se atribuye a talleres sevillanos del siglo XVIII y presenta una composición vertical, con columnas salomónicas y hornacinas ricamente ornamentadas. En la hornacina central se encuentra la imagen titular, Santa María Magdalena, una escultura de gran calidad artística y expresividad. La santa aparece representada en actitud penitente, portando sus atributos tradicionales: el tarro de perfumes y la cruz.

Sobre ella, en el ático del retablo, se sitúa un relieve del Calvario, completando el programa iconográfico de redención y penitencia.

Capillas laterales

A ambos lados de la nave se abren diversas capillas laterales, muchas de las cuales están vinculadas a hermandades y cofradías locales. Destacan la Capilla del Sagrario, con una pequeña custodia de plata del siglo XIX, y la Capilla del Cristo de la Vera-Cruz, donde se venera una imagen de Cristo crucificado de gran valor devocional.

Cada una de estas capillas alberga retablos menores, muchos de ellos también barrocos, y están decoradas con pinturas, relicarios y esculturas de diferentes épocas. El conjunto forma un recorrido espiritual y artístico que guía al visitante a través de la historia de la religiosidad nazarena.

Pinturas murales y frescos

Otro de los elementos destacados son las pinturas murales que decoran el interior del templo. Algunas de ellas representan escenas vinculadas a la historia de la Reconquista, como la entrada triunfal de San Fernando en Sevilla, en alusión al pasado fundacional de la ciudad y su parroquia. Otras imágenes muestran pasajes del Evangelio, con una clara intención didáctica y devocional, como era habitual en la iconografía barroca.

Imaginería procesional

La parroquia también custodia una valiosa colección de imaginería procesional, muchas de ellas utilizadas por las hermandades de penitencia durante la Semana Santa de Dos Hermanas. Entre ellas destaca la imagen del Cristo Yacente y la Virgen de la Soledad, obras de intensa carga emocional y expresiva, que se atribuyen a imagineros de renombre del siglo XVIII y XIX.

La talla de la Virgen de Valme, aunque no pertenece al retablo mayor, ocupa un lugar destacado en una capilla propia y merece mención aparte por su importancia histórica, artística y devocional. Se trata de una imagen gótica de madera policromada del siglo XIII, que ha sido objeto de restauraciones cuidadosas para conservar su integridad. Su advocación está profundamente arraigada en el alma popular de Dos Hermanas.

La Capilla Sacramental y la Virgen de Valme

La Capilla Sacramental de la Parroquia de Santa María Magdalena no solo es uno de los espacios litúrgicos más hermosos del templo, sino también el corazón devocional de toda la ciudad de Dos Hermanas. Aquí se custodia la imagen más venerada del municipio: la Virgen de Valme, patrona protectora y símbolo de identidad colectiva para los nazarenos.

Origen y arquitectura de la capilla

La actual Capilla Sacramental fue construida en el siglo XVIII, durante la gran remodelación barroca del templo. Se sitúa en el lado del Evangelio, junto al presbiterio, ocupando una posición destacada dentro del conjunto arquitectónico. El espacio se concibió como lugar de adoración del Santísimo Sacramento, por lo que su diseño refleja solemnidad, riqueza decorativa y un marcado simbolismo eucarístico.

Presenta una planta cuadrada cubierta por una cúpula sobre pechinas, decoradas con motivos dorados y pinturas alegóricas. Las paredes están revestidas con mármoles y estucos, siguiendo el gusto sevillano por los contrastes cromáticos. Todo el conjunto crea un ambiente íntimo y majestuoso, propio del estilo sacro barroco andaluz.

En el altar principal de la capilla se halla el sagrario, rodeado de una custodia y elementos litúrgicos de plata, muchos de ellos procedentes de talleres locales del siglo XIX. La presencia del Santísimo se refuerza visualmente mediante la iluminación y el dorado que cubre molduras y retablos menores.

La Virgen de Valme: historia y leyenda

La joya de la capilla es, sin duda, la talla de la Virgen de Valme, una imagen de madera policromada que data del siglo XIII. Según la tradición, fue llevada por el rey Fernando III “el Santo” durante la campaña de la reconquista de Sevilla en 1248. En un momento de especial dificultad durante el asedio al castillo musulmán de Cuarto, el monarca habría suplicado la intercesión de la Virgen con la célebre invocación: “¡Valme, Señora!” (de ahí el nombre popular de la imagen).

Tras la victoria, Fernando III habría depositado la imagen en una pequeña ermita del lugar como ofrenda de gratitud. Esta ermita se convirtió siglos más tarde en el Santuario de Nuestra Señora de Valme, en el Cortijo del Cuarto. No obstante, la imagen original se trasladó a la Parroquia de Santa María Magdalena, donde hoy se venera en esta capilla bajo estrictas medidas de conservación.

Características artísticas de la imagen

La talla de la Virgen de Valme responde al canon de las vírgenes sedentes de la Edad Media. Aparece representada como trono de sabiduría, sosteniendo al Niño Jesús sobre su rodilla izquierda. El estilo gótico inicial ha sido suavizado por posteriores intervenciones, algunas de las cuales modificaron su policromía y añadieron ornamentos.

La imagen ha sido restaurada en varias ocasiones, la más importante en 1957 por Juan Miñarro y posteriormente por el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico. En cada restauración se ha procurado preservar su valor devocional sin alterar su fisonomía tradicional.

Devoción y coronación canónica

La devoción a la Virgen de Valme es una de las más fervientes de la provincia de Sevilla. En 1973, fue coronada canónicamente en una ceremonia multitudinaria presidida por el cardenal Bueno Monreal, arzobispo de Sevilla. Desde entonces, ocupa un lugar de honor en la Capilla Sacramental y es reconocida como Protectora de Dos Hermanas y Patrona del Ayuntamiento.

Cada año, el tercer domingo de octubre, la imagen es trasladada en romería hasta su santuario original, recorriendo el camino entre la parroquia y el Cortijo del Cuarto. Esta romería, una de las más multitudinarias de Andalucía, atrae a decenas de miles de fieles y constituye una manifestación de religiosidad popular profundamente enraizada.

Función litúrgica y devocional actual

La Capilla Sacramental sigue siendo un espacio vivo de culto. Diariamente se celebra allí la adoración eucarística, se realiza la reserva del Santísimo y se celebran misas de hermandad. El acceso a la capilla, si bien libre durante los horarios de apertura del templo, mantiene un ambiente de recogimiento y silencio, en consonancia con la función espiritual que desempeña.

Asimismo, la Hermandad de Valme, con sede canónica en la parroquia, organiza desde esta capilla todos los actos relacionados con el culto a la Virgen: novenas, besamanos, pregones y la organización de la propia romería. Esta hermandad, una de las más activas de la localidad, tiene una estrecha relación con el templo y vela por la conservación tanto de la capilla como de la imagen titular.

Patrimonio documental y conservación

El archivo parroquial se ha formado a lo largo de más de cuatro siglos de actividad litúrgica, pastoral y administrativa. Sus fondos más antiguos se remontan al siglo XVII, aunque es muy probable que existieran documentos anteriores perdidos o dispersos por los avatares del tiempo. A partir del Concilio de Trento (1545–1563), la Iglesia católica exigió a todas las parroquias la llevanza sistemática de libros sacramentales, lo que dio lugar a la formación de archivos estructurados en todo el ámbito hispánico.

Desde entonces, la parroquia ha venido conservando con regularidad libros de bautismos, matrimonios, defunciones, confirmaciones, primeras comuniones y expedientes matrimoniales, entre otros documentos relacionados con la vida espiritual y administrativa de la comunidad.

Tipología documental

Los documentos del archivo pueden clasificarse en dos grandes grupos:

  1. Fondos sacramentales: constituyen la columna vertebral del archivo. Entre ellos destacan:
    • Libros de bautismos, que permiten trazar genealogías familiares y estudiar patrones de nombres, apellidos y padrinazgo a lo largo de los siglos.
    • Libros de matrimonios, fuente imprescindible para conocer las redes familiares y sociales de la localidad.
    • Libros de defunciones, útiles para estudios demográficos y de historia de la salud.
    • Registros de confirmaciones y comuniones, que permiten seguir el desarrollo de la práctica religiosa en cada etapa vital.
    • Expedientes matrimoniales y licencias, con información sobre dispensas, impedimentos y otros aspectos canónicos.
  2. Fondos administrativos e históricos: contienen actas de cabildo parroquial, correspondencia, inventarios de bienes, libros de fábrica (cuentas y gastos del templo), donaciones y legados piadosos. También se conservan documentos de hermandades asociadas al templo.

En conjunto, estos fondos ofrecen una visión integral del papel que la parroquia ha desempeñado no solo como institución religiosa, sino como núcleo vertebrador de la vida comunitaria en Dos Hermanas.

Valor histórico y científico

El archivo parroquial ha sido objeto de consulta frecuente por parte de historiadores locales, investigadores universitarios, cronistas oficiales y familias interesadas en sus orígenes genealógicos. Los documentos permiten rastrear acontecimientos históricos concretos como epidemias, periodos de escasez, guerras o cambios políticos que tuvieron su reflejo en la vida parroquial.

Uno de los aspectos más valiosos es la posibilidad de estudiar, a través de los registros sacramentales, la evolución demográfica y social de Dos Hermanas: tasas de natalidad y mortalidad, estructura familiar, movilidad geográfica, patrones de religiosidad popular o fluctuaciones de población en momentos clave como la Guerra de la Independencia, la desamortización o la Guerra Civil.

Además, el archivo sirve como fuente para reconstruir la historia de la propia parroquia, sus ampliaciones, reformas y las decisiones tomadas por sus párrocos y cabildos a lo largo de los siglos.

Conservación y acceso

En los últimos años, la Parroquia de Santa María Magdalena ha mostrado un compromiso claro con la conservación de este patrimonio documental. A través de la Comisión de Patrimonio Cultural, se han implementado medidas para preservar los documentos en condiciones adecuadas de temperatura, humedad y seguridad. También se han realizado labores de inventario y catalogación para facilitar el acceso a los investigadores.

Parte de los fondos han sido digitalizados o microfilmados, en colaboración con el Archivo Histórico Diocesano de Sevilla, lo que permite su consulta bajo supervisión en un entorno más seguro y con menor riesgo de deterioro.

No obstante, el acceso al archivo está regulado. Quienes deseen consultarlo deben presentar una solicitud formal, indicando el objeto de su investigación. Las consultas de carácter genealógico suelen ser especialmente frecuentes, dada la antigüedad de los registros y el arraigo de muchas familias en el municipio.

Un legado para el futuro

La parroquia entiende que su archivo no es solo una herramienta de gestión del pasado, sino un legado vivo que forma parte del alma colectiva de Dos Hermanas. En él se conserva la memoria de generaciones de fieles que han vivido, celebrado, sufrido y orado bajo las bóvedas de Santa María Magdalena. Protegerlo, estudiarlo y difundirlo es un deber que se asume con responsabilidad y orgullo.

En un mundo cada vez más digital, donde la memoria colectiva corre el riesgo de fragmentarse, archivos como este ofrecen raíces sólidas desde las que comprender el presente y construir el futuro.

Reconocimiento y actualidad

En 2025, la Parroquia de Santa María Magdalena fue designada lugar sagrado jubilar por la Archidiócesis de Sevilla, en el marco del Año Santo Jubilar. Este reconocimiento subraya su importancia como centro de peregrinación y espiritualidad en la región.

La parroquia continúa siendo un punto de encuentro para la comunidad nazarena, acogiendo celebraciones litúrgicas, actos culturales y siendo sede de diversas hermandades que enriquecen la vida religiosa de Dos Hermanas.

La Parroquia de Santa María Magdalena no solo es un monumento de valor artístico y arquitectónico, sino también un símbolo vivo de la fe y la historia de Dos Hermanas, que sigue desempeñando un papel central en la vida de sus habitantes.

Galería de fotogafías de la parroquia de Santa María Magdalena

parroquia de Santa María Magdalena en Dos Hermanas
parroquia de Santa María Magdalena en Dos Hermanas
torre campanario del templo
torre campanario del templo
mosaico con la imagen de la Virgen a un lado de la fachada principal del templo
mosaico con la imagen de la Virgen a un lado de la fachada principal del templo
mosaico con la imagen del Cristo
mosaico con la imagen del Cristo
mosaico de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder
imagen de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder
detalle de la escultura sobre la entrada principal de la parroquia de santa maría magdalena
detalle de la escultura sobre la entrada principal de la parroquia de santa maría magdalena

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