parroquia de Santiago
parroquia de Santiago

La Parroquia de Santiago el Mayor de Utrera se erige como uno de los templos más emblemáticos de la provincia de Sevilla. Su historia, arquitectura y vida parroquial la convierten en un referente del patrimonio sacro andaluz.

Origen y evolución histórica

La Parroquia de Santiago el Mayor de Utrera hunde sus raíces en los siglos inmediatamente posteriores a la conquista cristiana de la villa. Aunque el edificio actual comenzó a construirse en el año 1490, su origen como espacio de culto cristiano es anterior. Tras la conquista de Utrera por Fernando III en 1247, la repoblación trajo consigo la necesidad de reorganizar la vida religiosa. Como era habitual en muchas localidades andaluzas reconquistadas, se establecieron varias parroquias sobre antiguos solares musulmanes o en enclaves estratégicos de la villa.

Advocación a Santiago el Mayor

La advocación a Santiago el Mayor no es casual. El patrón de España, figura clave en el ideario de la Reconquista, gozaba de enorme devoción en los reinos cristianos. El culto a Santiago se convirtió en símbolo de la victoria espiritual y militar frente al Islam. En este contexto, levantar una parroquia bajo su patrocinio era una afirmación de la nueva fe que se imponía en el territorio y una forma de consolidar el dominio cristiano sobre una población diversa y en transformación.

Elección del lugar de edificación de la iglesia

La elección del lugar también responde a un criterio defensivo y simbólico. La iglesia se construyó en una de las cotas más altas de la ciudad, desde donde domina visualmente buena parte del casco urbano. Esta ubicación no solo ofrecía seguridad en tiempos de inestabilidad, sino que también reforzaba la presencia visual y espiritual de la Iglesia como institución rectora de la vida urbana.

La primera edificación de la parroquia fue probablemente modesta, construida con materiales sencillos y reaprovechados de anteriores estructuras islámicas. Con el paso del tiempo, y especialmente tras el despegue económico de Utrera en los siglos XV y XVI, se impulsó la construcción de un nuevo templo más ambicioso, que reflejara el auge de la villa y su creciente importancia dentro del Reino de Sevilla.

Piedra fundacional

La piedra fundacional del edificio actual se colocó en 1490, en pleno auge del estilo gótico tardío, cuando aún pervivían elementos del gótico flamígero y comenzaban a introducirse influencias renacentistas. Las obras se prolongaron durante décadas, siguiendo el ritmo de las aportaciones económicas de los fieles, el Cabildo Catedralicio hispalense y las hermandades vinculadas a la parroquia.

Durante este tiempo, se consolidó la estructura de tres naves con cubierta de bóvedas estrelladas, de clara inspiración catedralicia, como las que pueden verse en la Catedral de Sevilla. La portada del Perdón, fechada en 1525, es un ejemplo singular del gótico final de los Reyes Católicos, con detalles ornamentales que aluden tanto al triunfo de la fe como al papel de Santiago como «Matamoros», una iconografía típica del período.

Finalización de la construcción del templo

Este primer gran impulso constructivo se completa a finales del siglo XVI con la intervención del maestro cantero Lorenzo de Aredo, quien proyectó y ejecutó la cabecera, el crucero y la sacristía. Con él se incorporan ya ciertos elementos del renacimiento andaluz, lo que da al conjunto un carácter ecléctico y dinámico, muy representativo del tránsito de estilos que caracteriza a muchas iglesias de esta época.

La Parroquia de Santiago no nace de un solo momento, sino que es el fruto de una historia continua, marcada por la necesidad de dotar a la ciudad de un templo acorde a su importancia y por la voluntad de expresar, a través de la arquitectura, la fuerza de la fe cristiana y el orgullo de una comunidad en expansión.

Arquitectura y arte sacro

La Parroquia de Santiago responde al modelo de iglesia de salón o “hallenkirche”, muy difundido en la arquitectura gótica tardía del sur peninsular. Este tipo de planta se caracteriza por tres naves de igual altura, lo que genera un espacio diáfano, monumental y luminoso. El sistema de pilares octogonales que sostienen los arcos ojivales permite una distribución equilibrada del peso, evitando la necesidad de contrafuertes masivos en el exterior. Esta solución técnica no solo potencia la verticalidad del interior, sino que también favorece una percepción unitaria del espacio litúrgico.

Las tres naves están cubiertas por bóvedas de crucería estrellada, similares a las que se encuentran en la Catedral de Sevilla, lo que refleja tanto la influencia arquitectónica hispalense como el deseo de dotar al templo utrerano de un aire catedralicio. Este planteamiento, poco frecuente en parroquias rurales, evidencia la ambición artística y el estatus de Utrera como uno de los núcleos más relevantes del Reino de Sevilla en la Edad Moderna.

La portada del Perdón: símbolo y narrativa

Uno de los elementos más representativos del conjunto es la Portada del Perdón, abierta en el muro norte. Se trata de una pieza de alto valor artístico y simbólico, ejecutada en 1525 en estilo gótico isabelino. Su composición se articula en un arco carpanel abocinado, rodeado de finas molduras y decoración vegetal. En el tímpano, un relieve de Santiago el Mayor a caballo, combatiendo a los infieles, actúa como una imagen propagandística de la fe triunfante y del propio patronazgo del templo.

Esta portada no solo servía como acceso principal, sino también como espacio para la predicación al aire libre y para la celebración de actos penitenciales. El nombre de “del Perdón” alude a su uso durante los jubileos y procesiones cuaresmales, momentos en los que se invitaba a los fieles a entrar en el templo para recibir indulgencia.

Torre-fachada y campanario

La fachada occidental está presidida por una sobria pero robusta torre-campanario, que se levanta como símbolo de vigilancia y referencia visual para toda la villa. Aunque la actual configuración es fruto de varias intervenciones a lo largo de los siglos, conserva su carácter gótico original en los niveles inferiores, mientras que los cuerpos superiores muestran un lenguaje más clasicista, propio de las reformas del siglo XVIII.

En el campanario se conserva la campana más antigua de Utrera, la campana de San Fernando, fundida en 1483, incluso antes de iniciarse la construcción del templo actual. Esta pieza, no solo funcional sino también patrimonial, representa la continuidad del culto y el vínculo entre la comunidad y su templo a través del sonido que marca el ritmo diario y festivo de la ciudad.

El crucero, la cabecera y la sacristía

El maestro cantero Lorenzo de Aredo, activo en Sevilla a finales del siglo XVI, fue el encargado de completar el crucero, la capilla mayor y la sacristía. Estas zonas incorporan elementos del renacimiento andaluz, como cornisas molduradas, hornacinas clásicas y un mayor orden en la disposición del espacio. La cabecera presenta una bóveda nervada más compleja y una articulación espacial que dirige la atención hacia el altar mayor.

La sacristía, de proporciones generosas, destaca por su sobria elegancia y funcionalidad. Sus muros acogen armarios barrocos de gran calidad y lienzos de temática litúrgica. Desde ella se accede a otras dependencias parroquiales, incluyendo antiguas salas de archivo y cámaras superiores que sirvieron como tribunas o espacios de administración.

Capillas y retablos

A lo largo de las naves laterales se abren diversas capillas, promovidas por cofradías, familias nobiliarias y devotos particulares entre los siglos XVI y XVIII. Cada una de ellas cuenta con su propio programa iconográfico, retablos barrocos y esculturas policromadas de gran valor. Entre ellas destaca la capilla del Cristo de Santiago, el antiguo titular de la parroquia, y la capilla de Nuestra Señora de las Lágrimas, vinculada a la Hermandad del Redentor Cautivo.

El retablo mayor, de estilo neoclásico, sustituyó en el siglo XIX a uno anterior barroco, probablemente dañado o perdido tras la ocupación francesa o por el paso del tiempo. Aun así, conserva parte de las imágenes originales, entre ellas una imponente talla de Santiago el Mayor en actitud triunfante.

Restauraciones y conservación

El templo ha sufrido varias campañas de restauración a lo largo de los siglos. La más importante se produjo tras el terremoto de Lisboa de 1755, que causó daños significativos en la estructura. En 1760, bajo dirección del arquitecto diocesano José Echamorro, se ejecutaron reformas en las portadas de las naves del Evangelio y de la Epístola, así como en las cubiertas. Estas intervenciones respetaron en gran medida la estética original, pero introdujeron elementos rococós que enriquecen la fisonomía exterior.

En décadas recientes, la parroquia ha sido objeto de nuevas restauraciones promovidas por la diócesis, el Ayuntamiento de Utrera y asociaciones de protección del patrimonio, que han permitido recuperar policromías, consolidar bóvedas y restaurar retablos.

Hermandades y vida parroquial

La Parroquia de Santiago es sede de varias hermandades que enriquecen la vida religiosa y cultural de Utrera:

  • Hermandad Sacramental del Redentor Cautivo: Fundada en 1985, tiene como titulares a Nuestro Padre Jesús Redentor Cautivo y Nuestra Señora de las Lágrimas. Realiza su estación de penitencia el Jueves Santo y organiza diversos cultos y actividades a lo largo del año.
  • Hermandad de los Gitanos de Utrera: Establecida en 1955, surge de la iniciativa de un grupo de gitanos utreranos. Su sede canónica se encuentra en esta parroquia, y participa activamente en la vida cofrade de la ciudad.
  • Hermandad de la Vera Cruz: Con una historia que se remonta al siglo XIII, es una de las hermandades más antiguas de Utrera. Aunque su sede principal no es la Parroquia de Santiago, mantiene vínculos históricos con este templo.

Actividad social y pastoral

La Parroquia de Santiago el Mayor desempeña un papel esencial en la vida comunitaria de Utrera. Más allá de ser un espacio de culto, se ha convertido en un verdadero motor espiritual y social para los fieles del barrio y la ciudad.

Desde el ámbito pastoral, ofrece una programación constante de catequesis para todas las edades: iniciación cristiana, preparación para la primera comunión y la confirmación, así como formación para novios que se preparan al matrimonio. También acoge a diversos grupos parroquiales de oración, liturgia, jóvenes y adultos, que fomentan el crecimiento espiritual y el sentido de comunidad.

En lo social, la parroquia mantiene una activa labor caritativa, coordinada a través de Cáritas Parroquial. Esta organización atiende a familias vulnerables mediante la entrega de alimentos, apoyo económico puntual, mediación con instituciones y acompañamiento personal. La acogida y la escucha forman parte del día a día, con especial sensibilidad hacia los ancianos, inmigrantes y personas sin recursos.

Además, colabora estrechamente con las hermandades que tienen sede en el templo, lo que permite movilizar a un amplio número de voluntarios en campañas de recogida de alimentos, donaciones de sangre, mercadillos solidarios y otras iniciativas benéficas.

Finalmente, la parroquia se involucra en actividades diocesanas, como la Pastoral Gitana y encuentros formativos, reafirmando su compromiso con una Iglesia abierta, viva y al servicio del prójimo.

Un referente del patrimonio utrerano

La Parroquia de Santiago el Mayor no es solo un templo destacado de Utrera. Es también una expresión viva de la historia, la fe y la identidad de toda una comunidad. Su silueta, visible desde diversos puntos de la ciudad, forma parte del paisaje urbano y emocional de generaciones de utreranos que han crecido bajo su sombra, han sido bautizados en su pila, han recibido la Eucaristía ante su altar y han despedido a sus seres queridos entre sus muros.

Desde el punto de vista patrimonial, el templo es una joya arquitectónica que condensa más de cinco siglos de historia del arte sacro andaluz. Su planta gótica, sus portadas decoradas, sus retablos, imágenes y campanas lo convierten en un auténtico museo vivo de devoción popular. No es una reliquia del pasado, sino un edificio lleno de sentido en el presente.

A nivel religioso, su vida litúrgica y pastoral mantiene encendida la llama de la fe en el corazón del pueblo. La presencia de varias hermandades y la implicación de numerosos laicos y voluntarios refuerzan su papel como centro de encuentro y comunión.

Desde una perspectiva cultural y turística, la Parroquia de Santiago representa uno de los mayores atractivos de Utrera. Su conservación, divulgación y apertura al visitante son fundamentales para proyectar la riqueza histórica de la localidad dentro y fuera de Andalucía.

Para más información sobre horarios, actividades y visitas, se puede consultar su página oficial: www.santiagodeutrera.es. Puedes más imágenes a través de mi pefil de pexels.

parroquia de Santiago
parroquia de Santiago
fachada lateral de la iglesia
fachada lateral de la iglesia
monumental portada del templo utrerano
monumental portada del templo utrerano
altares en el interior de la iglesia
altares en el interior de la iglesia
coro del templo de Santiago
coro del templo de Santiago
capilla en uno de los laterales del templo
capilla en uno de los laterales del templo

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