castillo de la Iruela
castillo de la Iruela

Enclavado en el corazón del parque natural de la Sierra de Cazorla, el Castillo de La Iruela se alza majestuoso sobre una impresionante peña conocida como El Picacho. Este imponente bastión, situado en la comarca del Alto Guadalquivir, en la provincia de Jaén, no solo es un testigo mudo de siglos de historia, sino también un mirador privilegiado desde el cual se despliega un paisaje de ensueño. Desde sus alturas, el horizonte parece fusionarse con el verde infinito del entorno natural que lo rodea, un verdadero deleite para los sentidos.

Origen andalusí y transformación almohade

El origen del castillo se remonta a la época andalusí, un periodo en el que la península ibérica estaba bajo dominio musulmán. Durante el gobierno almohade, este enclave adquirió una relevancia estratégica, lo que motivó una profunda remodelación y ampliación de su estructura, así como de las murallas que protegían el recinto. Estas mejoras consolidaron a La Iruela como un bastión esencial en el entramado defensivo de la región.

La reconquista y su pasado cristiano

Tras la Reconquista, en la primera mitad del siglo XIII, el castillo pasó a manos cristianas, concretamente bajo el control del rey Fernando III. Posteriormente, fue cedido al arzobispo de Toledo, quien supervisó la construcción de nuevas edificaciones cristianas sobre la antigua fortaleza. Sin embargo, su importancia comenzó a menguar cuando Sancho de Castilla otorgó un mayor estatus a la vecina Cazorla, relegando a La Iruela a ser una simple aldea.

Intrigas medievales y su ascenso como villa

El castillo también fue escenario de las turbulencias de la guerra civil castellana entre Pedro I y Enrique de Trastámara. Durante este conflicto, La Iruela se alineó con Enrique, quien finalmente salió victorioso. Gracias a esta decisión estratégica, la localidad experimentó un renacer político y económico, logrando el título de villa en 1378. Este hito marcó el inicio de la construcción de dos de sus elementos arquitectónicos más emblemáticos: la Torre del Homenaje y la torre-puerta, que aún hoy se erigen como símbolos de su pasado esplendor.

La iglesia de Santo Domingo: el sello de Carlos V

En el siglo XVI, bajo el reinado de Carlos V, se sumó un elemento singular al recinto del castillo: la Iglesia de Santo Domingo, un templo renacentista encargado por Francisco de los Cobos. Esta construcción, que mezcla de manera armoniosa la arquitectura militar y religiosa, añade un toque único al conjunto monumental y refleja la transición cultural y artística de la época.

Un viaje a través del tiempo

Visitar el Castillo de La Iruela es mucho más que contemplar una fortaleza; es adentrarse en las entrañas de la historia y dejarse envolver por las leyendas que sus muros parecen susurrar al viento. Cada rincón del castillo, desde sus torres hasta sus ruinas, invita a reflexionar sobre las complejidades de los tiempos pasados mientras se disfruta de una panorámica que corta la respiración.

Sin duda, esta joya histórica y natural de Andalucía merece un lugar destacado en cualquier itinerario de viaje por la provincia de Jaén. Un destino que combina majestuosidad, historia y belleza, y que permanece como testimonio vivo del paso del tiempo en la Sierra de Cazorla.

castillo de la Iruela | fotografía 1
castillo de la Iruela | fotografía 1
fortaleza en la localidad jiennense de Cazorla | fotografia 2
fortaleza en la localidad jiennense de Cazorla | fotografia 2
torres del castillo jiennense | fotografía 3
torres del castillo jiennense | fotografía 3
lienzo de la muralla jiennense | fotografía 4
lienzo de la muralla jiennense | fotografía 4

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