iglesia situada en la puerta de Jaén
iglesia situada en la puerta de Jaén

La historia de Martos está profundamente entrelazada con su patrimonio religioso, reflejado en las numerosas ermitas que han salpicado su geografía a lo largo de los siglos. Una de las más singulares fue la conocida como la “ermita de mármol rojo”, ubicada en la calle Puerta de Jaén. Aunque hoy día no se conserva, su recuerdo perdura en la memoria colectiva de la ciudad y en las fuentes documentales que han estudiado su existencia.​

Origen y contexto histórico

La calle Puerta de Jaén era una de las principales vías de acceso a la ciudad medieval de Martos, conectando el núcleo urbano con las rutas hacia la capital provincial. En este entorno estratégico, se erigieron diversas construcciones religiosas, entre ellas la ermita de mármol rojo, cuyo nombre proviene del material distintivo utilizado en su construcción. Este mármol, de tonalidad rojiza, se apreciaba por su belleza y durabilidad, y su uso en la ermita le confería un carácter singular dentro del conjunto arquitectónico marteño.​

Aunque no se dispone de una fecha exacta de fundación, se presume que la ermita se construyó entre los siglos XVI y XVII, un periodo de intensa actividad religiosa y edilicia en Martos. Durante esta época, la ciudad experimentó un auge en la construcción de templos y ermitas, impulsado por la devoción popular y el patrocinio de órdenes religiosas y familias nobles.​

Características arquitectónicas

La ermita de mármol rojo destacaba por su fachada revestida con placas de este material, lo que le otorgaba un aspecto imponente y distinguido. Su planta era de una sola nave, con una cubierta de tejas a dos aguas y una espadaña que albergaba una campana. En su interior, albergaba un retablo de estilo barroco, con esculturas y pinturas dedicadas al santo o santa titular, cuya identidad exacta se ha perdido en el tiempo.​

El uso del mármol rojo no solo tenía una función estética, sino que también simbolizaba la riqueza y el estatus de los benefactores que financiaron su construcción. Este tipo de mármol era relativamente raro en la región, lo que hace suponer que se importó de canteras lejanas, posiblemente de la zona de Cabra o de otras regiones andaluzas donde se explotaban mármoles de tonalidades rojizas.​

Función y relevancia social

Las ermitas en Martos no solo cumplían una función religiosa, sino que también eran centros de reunión social y puntos de referencia en la vida cotidiana de los ciudadanos. La ermita de mármol rojo, situada en una de las entradas principales de la ciudad, servía como lugar de acogida para los viajeros y como punto de partida para procesiones y romerías. Además, era común que en sus inmediaciones se celebraran ferias y mercados, aprovechando la afluencia de personas que acudían a los actos religiosos.​

La ermita también estaba vinculada a una cofradía local, que se encargaba de su mantenimiento y de la organización de las festividades religiosas. Estas cofradías eran fundamentales en la vida espiritual y social de Martos, promoviendo la devoción y la caridad entre sus miembros y la comunidad en general.​

Declive y desaparición

Con el paso del tiempo, y especialmente tras las desamortizaciones del siglo XIX, muchas ermitas en España fueron abandonadas, vendidas o demolidas. La ermita de mármol rojo no fue una excepción. La pérdida de su función religiosa, sumada al crecimiento urbano y a la falta de conservación, llevó a su progresivo deterioro. Finalmente, fue demolida, y en su lugar se construyeron edificaciones modernas que borraron casi por completo su huella física.​

Sin embargo, su recuerdo persiste en la toponimia local y en los estudios históricos que han documentado su existencia. Investigadores y cronistas locales han recogido testimonios y referencias que permiten reconstruir, aunque sea parcialmente, la historia de esta singular ermita.​

Legado y memoria

La ermita de mármol rojo es un ejemplo del rico patrimonio religioso y cultural que ha caracterizado a Martos a lo largo de los siglos. Aunque ya no se conserva físicamente, su historia forma parte del legado colectivo de la ciudad y de la identidad de sus habitantes. Recordar y estudiar estas construcciones desaparecidas es fundamental para comprender la evolución urbana y social de Martos, así como para valorar la importancia de preservar el patrimonio histórico.​

En la actualidad, iniciativas de recuperación de la memoria histórica y de puesta en valor del patrimonio local han comenzado a rescatar la historia de lugares como la ermita de mármol rojo. A través de publicaciones, rutas culturales y actividades educativas, se busca mantener viva la memoria de estos espacios que, aunque desaparecidos, siguen formando parte del alma de Martos.

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