hermandad de la virgen de la cabeza de Alcaudete
hermandad de la virgen de la cabeza de Alcaudete

La devoción a la Santísima Virgen de la Cabeza hunde sus raíces en tiempos remotos, enraizada en la tradición cristiana hispánica. Según la memoria popular, fue San Eufrasio, primer obispo de Iliturgi, quien, al llegar a España, trajo consigo una imagen de la Virgen María, a la que rendía culto y veneración en sus predicaciones. No en vano, son ocho siglos de Fe y hermandad en torno a la devoción de la advocación a la Virgen de la Cabeza.

Durante la ocupación árabe en el siglo VIII, la imagen fue escondida en los montes de Sierra Morena para evitar su profanación, permaneciendo oculta hasta su hallazgo siglos más tarde. La tradición asegura que la Virgen fue representada con su brazo derecho elevado, como testimonio del momento en que volvió a ser reconocida y venerada por los fieles. A finales del siglo XIV se construyó un templo en el Cerro de la Cabeza, dedicado especialmente a su culto.

En 1245 se fundó la Cofradía Matriz de Andújar mediante bulas apostólicas conservadas en el archivo episcopal de Santa Catalina de Baeza. Entre sus primeros miembros destacó el rey Fernando III el Santo, fervoroso propagador de esta devoción, que con el tiempo se extendió a numerosos pueblos. Estas hermandades mantenían un vínculo tan estrecho que recibieron de pontífices y monarcas privilegios singulares, entre ellos la exención de comisiones oficiales en visitas devocionales.

La hermandad en Alcaudete

En Alcaudete, la Cofradía se estableció como una de las primeras filiales, ostentando el número 31 en el orden de participación. La festividad principal, que inicialmente se celebraba en agosto, se trasladó al último domingo de abril por razones climáticas.

La historia documentada de la Cofradía local recoge un hito en 1912, año en que se aprobaron sus primeros estatutos, elaborados por una Junta de Gobierno presidida por el párroco D. Eufrasio Sarmento. Figuras destacadas como José Expósito, Ramón Blanco o Francisco Vívoras formaron parte de aquel equipo fundador.

En 1927, con motivo del VII Centenario de la aparición de la Virgen, el rey Alfonso XIII y la reina Victoria Eugenia aceptaron la presidencia honoraria de la junta organizadora, otorgando así el título de “Real” a esta advocación. Décadas después, en 1981, la adquisición de una nueva imagen motivó la actualización de estatutos, culminada en 1985 para adecuarlos a las normas diocesanas.

Naturaleza, fines y organización

La Real Cofradía de la Santísima Virgen de la Cabeza de Alcaudete es una asociación pública de fieles, erigida canónicamente por el Obispado de Jaén. Su finalidad principal es el culto público a la Virgen María bajo la advocación de la Cabeza, Reina y Patrona de la diócesis, así como la promoción de la vida cristiana, la fraternidad y la solidaridad.

Sus objetivos incluyen:

  • La celebración de cultos y actos de piedad en honor a la Virgen.
  • El fomento de la convivencia fraterna entre cofrades.
  • La organización de acciones caritativas, destinando parte de sus ingresos a los más necesitados.
  • La colaboración con la parroquia y la diócesis en la evangelización, la liturgia y la caridad.

La sede social se ubica en la Iglesia del Carmen, donde se encuentra la imagen titular en la tercera capilla a la derecha de la entrada.

Estructura organizativa

La Cofradía cuenta con órganos colegiales y órganos personales. Entre los colegiales se encuentran:

  1. Asamblea General, máximo órgano decisorio, responsable de aprobar estatutos, planes y cuentas, y de elegir a la Junta Directiva.
  2. Junta Directiva, integrada por el presidente, vicepresidente, secretario, tesorero, cuatro vocales, el hermano mayor y el teniente de hermano mayor, junto al capellán.
  3. Comisión Permanente, encargada de la gestión cotidiana.

Entre los órganos personales destacan el capellán, como guía espiritual; el presidente, máxima autoridad organizativa; el vicepresidente, secretario y tesorero, cada uno con funciones específicas; y los vocales, responsables de formación, caridad, culto y manifestaciones públicas.

Además, la Cofradía dispone de cuerpos auxiliares que aportan solemnidad y participación activa en las celebraciones: camareras, abanderados, portaeestandartes, tamboreros, damas de honor, damas de la Virgen, pastiras y pajes, cada uno con su vestimenta e insignias distintivas.

Vida interna y cultos

La vida de la Cofradía se articula en cuatro áreas:

  1. Formación: Plan anual con charlas, retiros y cursos para cofrades y aspirantes.
  2. Caridad y convivencia: Actividades de ayuda social y de fraternidad interna, coordinadas con Cáritas.
  3. Culto y espiritualidad: Incluye la Fiesta Principal el primer domingo de mayo, triduo preparatorio, y el canto mensual de la Salve, especialmente los sábados de mayo.
  4. Manifestaciones públicas: Procesión de la imagen en mayo, romería al Santuario de Sierra Morena en abril y participación en actos como el Corpus Christi.

Administración de bienes y patrimonio

La Cofradía gestiona bienes eclesiásticos adquiridos legítimamente, incluyendo patrimonio inmueble, enseres, vestiduras y joyas. Sus ingresos provienen de cuotas, donativos y aportaciones extraordinarias, administrados con estrictas medidas de control y supervisión diocesana.

Extinción y continuidad

Constituida como persona jurídica perpetua, solo cesará su existencia si no se desarrolla actividad alguna durante un siglo, en cuyo caso sus bienes pasarán a la agrupación de cofradías o, de no ser posible, quedarán a disposición del Obispado.

Gracias a esta sólida organización y a su compromiso con la fe y la comunidad, la Real Cofradía de la Santísima Virgen de la Cabeza de Alcaudete ha logrado mantener viva una tradición que, con siglos de historia, sigue uniendo devoción, identidad y servicio cristiano.

Entrada elaborada a partir de los Estatutos aprobados en 1985 y del acervo histórico de la Real Cofradía de la Santísima Virgen de la Cabeza de Alcaudete.

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