Entre el Parque Genovés y la Alameda de Apodaca —hoy Alameda Clara Campoamor— se abre un corredor verde que acompasa el latido marítimo del Cádiz histórico: los jardines del Paseo de Carlos III. Este tramo ajardinado funciona como auténtico “puente vegetal” entre dos de los pulmones clásicos del casco antiguo y, a la vez, como mirador sobre la Bahía, sumando sombra, azulejería y brisa salina en una escena típicamente gaditana. El propio Ayuntamiento subraya ese papel conector y la continuidad paisajística que, a través de Plaza de España, enlaza incluso con Canalejas y contornea buena parte del perímetro amurallado.
Del glacis militar al jardín ciudadano
El origen del Paseo de Carlos III no puede entenderse sin las defensas de la ciudad. En el siglo XVIII, Cádiz modernizó su frente marítimo con el gran semibaluarte de San Carlos dentro de un programa de reordenación portuaria y militar que cristaliza desde 1765. Aquel sistema fortificado, con sus bóvedas, plataformas artilleras y terraplén de seguridad, definió un “espacio de respeto” frente al mar que condicionó el urbanismo posterior. Cuando esa franja defensiva perdió su función, comenzó un proceso —lento, pero decidido— de ocupación cívica del espacio: paseos, miradores y jardines sustituyeron el glacis. En 1927, ese cambio de uso se formalizó aquí como jardín y paseo, sobre y junto a las murallas, en diálogo con la topografía defensiva de San Carlos.
Promotores y proyecto: el sello de Juan Talavera
La fisonomía actual es obra del arquitecto sevillano Juan Talavera y Heredia. Fue figura clave del regionalismo andaluz, autor también de la gran reforma de la Alameda gaditana en los años 1926–1927. Su intervención en el Paseo de Carlos III replicó conscientemente el “vocabulario” de la Alameda: fuentes, cerámicas trianeras, ladrillo visto, hierro forjado y un trazado de glorietas y salones unidos por pérgolas, todo ello pensado para el paseo sosegado y el disfrute de la sombra. El Ayuntamiento de Cádiz concreta el dato histórico: el jardín data de 1927 y nace precisamente de la ocupación progresiva de aquella franja de seguridad militar del perímetro amurallado.
¿Por qué en este lugar? Geografía, muralla y paisaje
La elección del emplazamiento fue casi inevitable: el borde occidental amurallado ofrecía tres ventajas únicas.
- Disponibilidad de suelo: la antigua franja militar quedaba liberada para usos públicos.
- Escena urbana: sobre el paramento de muralla, el paseo se convierte en balcón elevado hacia la Bahía. Sus balaustradas y farolas subrayan el carácter escénico.
- Conectividad verde: el jardín asegura la continuidad entre Genovés y Alameda, estructurando un “anillo verde” histórico alrededor del casco antiguo. Todo ello está reconocido en la documentación municipal sobre “jardines emblemáticos”.
Trazado y elementos singulares
El jardín adopta planta triangular, con la base frente a la entrada del Parque Genovés. Desde una primera plazoleta poligonal —con fuente y bancos— parte un eje cubierto por pérgolas que conduce a un segundo salón cuadrangular. Se suceden glorietas circulares, una rectangular y otra octogonal con fuente, y un damero de mármol que brilla al sol como un guiño mediterráneo. La balaustrada marítima, el mobiliario de cerámica trianera y las farolas de fundición remiten a la estética regionalista de Talavera y a una cultura del paseo heredera del XIX. El IAPH cataloga, precisamente, las farolas de la Alameda y el Paseo como patrimonio mueble urbano, subrayando su valor.
En el plano botánico, el perímetro a la calzada se acompaña de plátanos de sombra y los parterres se recortan con pitósporo (Pitosporum tobira). El repertorio arbóreo es amplio —de dragos y jacarandas a magnolios, acacias de tres púas, metrosideros o araucarias— y convive con palmeras datileras y canarias, kentias y livistonas. Las pérgolas se visten con buganvillas y bignonias, aportando floración y sombra en los meses más cálidos.
Protección y reconocimiento patrimonial
Los jardines del Paseo de Carlos III están declarados Bien de Interés Cultural y figuran inscritos en el Catálogo General del Patrimonio Histórico de Andalucía. La declaración protege tanto el trazado como su carácter de jardín histórico vinculado a la muralla y al paisaje marítimo. Esta consideración aparece en la documentación municipal y en repertorios públicos (IAPH y Junta de Andalucía), que difunden y tutelan los jardines históricos andaluces.
Hitos para entender el lugar
- 1765 y ss. Reestructuración del frente de San Carlos: las obras militares fijan el soporte físico del futuro paseo.
- Finales del XIX – primeras décadas del XX. La cultura del paseo y el veraneo urbano empujan a ajardinar los márgenes de muralla y a tejer una red de alamedas y parques en Cádiz. (Síntesis a partir de fuentes municipales y patrimoniales).
- 1926–1927. Proyecto de Juan Talavera y Heredia: regionalismo sevillano adaptado a un balcón marítimo, con pérgolas, azulejería y farolas.
- 2004. Declaración BIC e inscripción en el Catálogo General del Patrimonio Histórico de Andalucía.
Consejos para la visita: galería de fotografías
Recorrer el Paseo de Carlos III es concatenar salones mirador: avance por el eje central, asómese a las glorietas que se abren al mar y deténgase bajo las pérgolas para observar la pauta del damero y la cerámica. Si llega desde el Parque Genovés, entenderá su función de “bisagra verde”; si viene desde la Alameda, comprobará cómo se prolonga la misma gramática de balaustradas y farolas hasta la Plaza de España, donde el verde sigue hacia Canalejas. A primera hora o al atardecer, la luz destaca el relieve de las copas y el brillo del pavimento, y el jardín recupera ese espíritu de paseo decimonónico para el que fue ideado.




Fuentes principales consultadas (selección):
- Ayuntamiento de Cádiz, Zonas Verdes – Paseo de Carlos III: cronología (1927), autoría de Juan Talavera, diseño, flora y declaración BIC.
- Ayuntamiento de Cádiz, Jardines emblemáticos: papel conector entre Genovés, Alameda y Canalejas; descripción del trazado.
- Turismo de Cádiz, Muralla de San Carlos: contextualización histórica del frente defensivo (s. XVIII, desde 1765).
- IAPH (Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico), Patrimonio Mueble – Farolas de la Alameda Apodaca y Paseo Carlos III: valoración de elementos de forja y alumbrado histórico.
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