La Parroquia de San Pedro Apóstol levanta su fachada sobria, de piedra clara, y me sitúa de golpe en la Andalucía del Renacimiento tardío. No es casual. El templo nació para sustituir a una parroquia medieval y acompañar el crecimiento del pueblo entre finales del siglo XVI y comienzos del XVII.
Origen y propósito de la parroquia de San Pedro Apóstol
La comunidad necesitaba un espacio litúrgico mayor, acorde con la población que crecía en torno al castillo y a la vega. Por eso se decidió levantar un templo nuevo sobre el solar de la vieja fábrica medieval. Hoy lo reconocemos oficialmente como bien protegido y se cita como “Monumento” en la documentación municipal.
Quién la hizo y cuándo
La obra arrancó hacia 1580 y se fue ampliando con reformas a lo largo del tiempo. La portada principal, al pie de la nave, se atribuye al arquitecto jiennense Juan de Aranda Salazar, con su lenguaje clásico: vano de medio punto, columnas dóricas y entablamento rotundo. La Junta de Andalucía, en su portal turístico, sitúa el proyecto original dentro del renacimiento andaluz y lo vincula a la escuela de Francisco del Castillo, lo que encaja con la cronología.
Arquitectura que se reconoce al instante
La iglesia responde al gusto clasicista de su tiempo. Planta amplia y muy clara, concebida como iglesia de salón. Tres naves separadas por soportes esbeltos ordenan el espacio y dirigen la mirada hacia el presbiterio. Al exterior, dos accesos: el principal —el de Aranda Salazar— y una portada lateral más sencilla. Es un conjunto renacentista con adiciones barrocas posteriores, fruto de esas reformas que jalonan su historia.
Heridas, restauraciones y estado actual
En 1939 el edificio sufrió daños muy graves. Se perdieron cubiertas y cúpulas del crucero. La Dirección General de Regiones Devastadas asumió la reconstrucción. De la fábrica original se conservan hoy los muros perimetrales, la sacristía, las dos portadas y las capillas del crucero. La entidad Hispania Nostra incluyó el templo en su “Lista Roja” para alertar sobre patologías visibles —como morteros de cemento en la portada principal— y promover su restauración.
Protección y valor patrimonial de la parroquia de San Pedro
El Ayuntamiento identifica la Iglesia de San Pedro Apóstol como Bien de Interés Cultural (BIC), categoría Monumento, dentro del catálogo local de bienes protegidos. Además, distintos documentos de la Junta de Andalucía remiten a la Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía y a los fondos del IAPH, marco de referencia para la consulta técnica del patrimonio andaluz.
Detalles que no conviene pasar por alto
- La fachada de los pies, de traza clasicista, luce ese juego sobrio de columnas dóricas y friso casetonado que delata su autoría renacentista.
- El interior conserva la organización histórica del espacio y capillas en el crucero, a pesar de las pérdidas del siglo XX.
- La parroquia vertebra hoy la vida religiosa del municipio y mantiene culto y actividad pastoral continuada dentro de la diócesis de Jaén.








Consejos para la visita de la parroquia de San Pedro Apóstol
Acércate de mañana, cuando la piedra toma un tono dorado. Rodea el perímetro para leer la historia constructiva en sus encuentros y añadidos. Y, si coincide, entra con tiempo: la planta de salón y el ritmo de sus naves ganan con una mirada lenta.
Fuentes consultadas (oficiales y técnicas)
- Ayuntamiento de Castillo de Locubín: ficha del monumento y notas históricas.
- Junta de Andalucía – Turismo: descripción arquitectónica y cronología renacentista.
- Hispania Nostra (Lista Roja): informe sobre daños de 1939, elementos conservados y estado de la portada.
- Documento municipal (Anexo Ambiental, 2021): referencia a la condición BIC, categoría Monumento.
- Diócesis de Jaén / ODISUR: actividad reciente de la parroquia.
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