La estación de ferrocarril de El Coronil, situada en la provincia de Sevilla, es un testimonio silencioso de la rica historia ferroviaria de Andalucía. Inaugurada el 12 de septiembre de 1864, formaba parte de la línea que conectaba Utrera con Morón de la Frontera, construida por la compañía inglesa «The Utrera and Morón Railway» con un presupuesto inicial de algo más de tres millones de pesetas.
En sus primeros años, la estación desempeñó un papel crucial en el desarrollo económico de la región. El ferrocarril facilitó el transporte de mercancías, especialmente la famosa cal de Morón, y ofreció una vía de comunicación esencial para los habitantes locales. El entusiasmo por esta nueva infraestructura se reflejó en el aumento del número de viajeros, pasando de 11.000 en su primer año de funcionamiento a más de 100.000 en 1872.
Sin embargo, con el paso del tiempo, la línea fue perdiendo rentabilidad. En 1967, se suspendió el servicio de pasajeros, aunque el transporte de mercancías continuó hasta 1984. Finalmente, en 1999, las vías fueron desmanteladas, dejando la estación en un estado de abandono.
Hoy en día, la estación de El Coronil se encuentra en ruinas, con sus estructuras parcialmente destruidas y cubiertas de grafitis. Apenas se distinguen vestigios como la ventanilla de la taquilla, los andenes y el azulejo con el nombre de la parada. A pesar de su deterioro, la estación sigue siendo un símbolo del pasado industrial y ferroviario de la región, evocando recuerdos de una época en la que el tren era sinónimo de progreso y conexión para los pueblos andaluces.
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