El Puerto de Santa María esconde tras sus fachadas siglos de historia marítima. Caminas por la calle Virgen de los Milagros (la popular Calle Larga) y te detienes ante el número 5. Allí se alza la Casa Palacio de O’Ryan, un testimonio pétreo del auge comercial del siglo XVIII y de la huella irlandesa en Andalucía.
El origen: un inmigrante en busca de fortuna
Thomas Patricio Ryan (o Tomás O’Ryan, como figura en los documentos españoles) protagoniza esta historia. Nacido en Irlanda, Ryan emigró al sur de España atraído por el monopolio del comercio con las Indias. Inicialmente se estableció en Cádiz, centro neurálgico de la época. Sin embargo, en 1780, decidió trasladar su residencia a El Puerto de Santa María.
Ryan buscaba consolidar su posición social y económica. Su matrimonio con Margarita Terry Macnamara, perteneciente a otra influyente familia irlandesa asentada en la zona, reforzó sus vínculos con la élite local de Cargadores a Indias.
La casa palacio: arquitectura y función
Ryan adquirió y reformó el inmueble en el mismo año de su mudanza, 1780. La ubicación no fue casual. Situada al inicio de la calle, cerca del río Guadalete y de la Plaza de las Galeras, la casa permitía un control visual directo sobre el tráfico marítimo y las mercancías.
El edificio responde al modelo clásico de la Casa de Cargadores a Indias, diseñado para satisfacer una triple función vital:
- Residencia familiar: La planta noble (piso superior) albergaba las estancias de los propietarios, decoradas con ostentación para reflejar su estatus.
- Centro de negocios: Los entresuelos servían como oficinas administrativas (escritorios) donde se gestionaban los fletes y contratos.
- Almacén: La planta baja se destinaba a bodegas y almacenes para guardar productos como vino, aceite y mercancías de ultramar antes de su embarque.
Una curiosidad histórica distingue a esta propiedad: en sus orígenes, la casa mantenía una conexión física con un callejón del cercano Convento del Espíritu Santo, un detalle que sugiere la influencia y las relaciones de la familia con las instituciones religiosas de la ciudad.
Estado actual
Hoy, la Casa Palacio de O’Ryan conserva su fachada histórica y se integra en el paisaje urbano de la Calle Larga. A diferencia de otros palacios convertidos en hoteles o museos públicos (como el Palacio de Araníbar), este inmueble mantiene un carácter privado y residencial, aunque la planta baja suele albergar actividad comercial. Su estructura exterior sigue narrando la historia de aquellos comerciantes que cruzaron el mar para hacer de El Puerto su hogar.
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