baluarte de san salvador
baluarte de san salvador

El Baluarte de San Salvador, ubicado en la costa de Sanlúcar de Barrameda, es un vestigio clave del sistema defensivo que se construyó en el siglo XVII para proteger el estratégico puerto de Bonanza. Encargado por el rey Felipe IV alrededor de 1626, en plena época de conflictos con piratas y otras potencias marítimas, el baluarte fue diseñado para defender uno de los puntos más vulnerables de la desembocadura del río Guadalquivir. Esta fortificación, junto al Castillo de Santiago y el desaparecido Castillo del Espíritu Santo, formaba parte de la red de fortificaciones que protegían tanto el puerto como la ciudad.

Orígenes del baluarte de San Salvador

Su construcción, llevada a cabo bajo la dirección del arquitecto Jusseppe Gómez de Mendoza, maestro mayor de fortificaciones de Cádiz, fue ordenada por el VIII duque de Medina Sidonia, Manuel Alonso Pérez de Guzmán el Bueno, quien era entonces uno de los hombres más poderosos de la zona. El diseño de la fortaleza siguió un plan sencillo pero eficaz: una estructura de planta cuadrangular, abaluartada, con paredes de piedra de sillería, protegida por terraplenes y equipada con cañoneras que miraban hacia el mar.

A pesar de su sólida construcción, el baluarte era de dimensiones bastante reducidas. Tan solo podía albergar cuatro piezas de artillería, lo que limitaba su capacidad defensiva frente a posibles ataques marítimos. Esto resultó ser uno de los factores que llevaron a su temprano abandono, ya que no cumplía con la magnitud de la protección que la región demandaba. Aun así, la fortaleza estaba custodiada por un pequeño destacamento militar, compuesto por un capitán —probablemente Francisco Corbalán—, un teniente, diez soldados y ocho artilleros. Este pequeño grupo tenía la tarea de vigilar la costa y proteger el puerto de Bonanza, clave para el comercio y la navegación en esa época.

En 1645, tras pasar la ciudad de Sanlúcar de Barrameda a manos de la Corona Española, el baluarte continuó cumpliendo funciones defensivas, aunque nunca alcanzó el nivel de importancia de otras fortificaciones más grandes. Durante la Guerra de Independencia Española, en 1810, el baluarte sirvió como puesto de mando para las tropas francesas que defendían la desembocadura del Guadalquivir, lo que marcó uno de los últimos momentos de relevancia militar en su historia.

El baluarte hoy en la actualidad

Hoy en día, de la fortaleza de San Salvador solo se conservan algunos de sus muros, las troneras que sirvieron para las piezas de artillería, restos de la entrada y un par de garitas. Durante mucho tiempo, el baluarte estuvo semioculto bajo las arenas de la playa, especialmente tras el declive de su uso militar. No fue hasta 1990 cuando se empezaron a llevar a cabo obras de limpieza y restauración que permitieron liberar gran parte de su estructura de la arena que la había cubierto durante siglos. Gracias a estas intervenciones, hoy se puede acceder a los restos desde la playa de Bonanza, que se extiende justo al lado, o caminando desde la cercana Barriada de Los Marineros.

Una de las curiosidades más singulares del baluarte tiene que ver con su apodo popular en Sanlúcar de Barrameda. Desde principios del siglo XX, comenzó a conocerse localmente como El Castillo de la Pantista, debido a que una anciana y su familia lo ocuparon como vivienda. La mujer, vestida con pañuelo y ropas negras, solía causar asombro o incluso miedo entre los paseantes, quienes comenzaron a referirse al lugar con ese nombre debido a la apariencia fantasmal de su ocupante.

A pesar de su tamaño reducido y su abandono temprano, el Baluarte de San Salvador sigue siendo un recordatorio de los tiempos en los que Sanlúcar de Barrameda, y especialmente su puerto de Bonanza, eran puntos clave en las rutas comerciales y militares de la corona española. Hoy en día, los restos de esta fortaleza se encuentran enclavados en un lugar de enorme belleza natural, entre las dunas y al borde de la playa, con vistas hacia la desembocadura del Guadalquivir, lo que hace de su visita una experiencia histórica y paisajística.

Futuro de la fortificación sanluqueña

Aunque no se conserve en su totalidad, los esfuerzos por mantener sus restos visibles contribuyen a preservar la memoria de su función defensiva y su relación con la historia militar de la región. A quienes visitan la playa de Bonanza, el baluarte les ofrece no solo un paseo por la costa, sino también una conexión directa con el pasado, cuando piratas y soldados luchaban por el control de estas aguas tan disputadas.

baluarte de San Salvador | fotografía 1
baluarte de San Salvador | fotografía 1
esquina del baluarte cercana a la pasarela | fotografía 2
esquina del baluarte cercana a la pasarela | fotografía 2
rincones del baluartes cubiertos por la vegetación | fotografía 3
rincones del baluartes cubiertos por la vegetación | fotografía 3
panorámica lateral del baluarte| fotografía 4
panorámica lateral del baluarte| fotografía 4
frente de la playa del baluarte | fotografía 5
frente de la playa del baluarte | fotografía 5
detalle de la fachada de la fortificación | fotografía 6
detalle de la fachada de la fortificación | fotografía 6
esquina del baluarte con la garita al fondo | fotografía 7
esquina del baluarte con la garita al fondo | fotografía 7
garita del baluarte de San Salvador | fotografía 8
garita del baluarte de San Salvador | fotografía 8
espacio interior del baluarte | fotografía 9
espacio interior del baluarte | fotografía 9
lo que parece una entrada al baluarte | fotografía 10
lo que parece una entrada al baluarte | fotografía 10
fachada trasera de la fortificación | fotografía 11
fachada trasera de la fortificación | fotografía 11
detalle de la garita vista desde el interior | fotografía 12
detalle de la garita vista desde el interior | fotografía 12
marco de la entrada al baluarte vista desde el interior | fotografía 13
marco de la entrada al baluarte vista desde el interior | fotografía 13
otra vista del interior del baluarte | fotografía 14
otra vista del interior del baluarte | fotografía 14
estado de la garita desde el interior de la fortificación | fotografía 15
estado de la garita desde el interior de la fortificación | fotografía 15
panorámica interior del baluarte de San Salvador | fotografía 16
panorámica interior del baluarte de San Salvador | fotografía 16
explorando la explanada interior del baluarte | fotografía 17
explorando la explanada interior del baluarte | fotografía 17
la vegetación está cubriendo gran parte de los muros de la fortificacion | fotografía 18
la vegetación está cubriendo gran parte de los muros de la fortificacion | fotografía 18
una imagen más cercana de la garita | fotografía 19
una imagen más cercana de la garita | fotografía 19
estado de la garita vista desde el exterior de la fortificación | fotografía 20
estado de la garita vista desde el exterior de la fortificación | fotografía 20

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