En las noches estivales de El Puerto de Santa María, un evento mágico y lleno de historia despierta los sentidos y transporta a sus visitantes a otra época. Se trata de la IV Fiesta de los Patios a la Luz de las Mariposas, una iniciativa que ha logrado consolidarse como un hito cultural imprescindible en la agenda de verano de la ciudad. Organizada por la Asociación Cultural Amigos de los Patios Portuenses, en colaboración con el Ayuntamiento, esta celebración tiene como propósito principal conectar al público con el alma de la ciudad, ofreciendo una oportunidad única para asomarse a sus casas palacio, su arquitectura y su rica historia.
Un paseo por la historia iluminada
El Puerto se convierte en un escenario vivo, donde cada patio se transforma en un faro de tradición y hospitalidad. La magia no reside solo en la belleza de los espacios, sino en la iluminación ancestral con «mariposas»: pequeños cuencos con agua y aceite donde flota una mecha, creando una luz cálida, tenue y casi espiritual que realza cada rincón.
Patios que narran historias
La ruta de esta edición ha incluido once patios emblemáticos, desde los más monumentales hasta rincones privados llenos de historia. Nos sumergimos en tres de los más destacados:
El patio de los naranjos del castillo de San Marcos
Este rincón es uno de los más encantadores de la ruta. Antiguo patio de abluciones o Sahn de la mezquita califal, conserva elementos característicos como la fuente y, por supuesto, los naranjos que le dan nombre. Bajo la luz parpadeante de las mariposas, el patio se transforma en un espacio mágico, donde se fusiona la herencia árabe y la historia cristiana, invitando a la introspección y a la admiración de un pasado que aún resuena entre sus muros. Es un verdadero tesoro etnográfico que emociona por su autenticidad.




El patio de la casa de Araníbar
Conocido también como el Centro de Interpretación El Puerto de los Cargadores a Indias, este patio forma parte de una de las casas de cargadores a Indias más antiguas de la ciudad, construida en 1660 por Juan de Araníbar. Su patio claustral, con esbeltos arcos de medio punto sobre columnas de mármol italiano, es una muestra del esplendor de una época ligada al comercio de ultramar. A la luz de las velas, los detalles de su arquitectura barroca y su artesonado mudéjar cobran una vida especial, transportando a los visitantes al corazón de un pasado opulento y aventurero.

El patio de la casa del reloj de sol
Situada en la calle Cruces, esta casa-palacio es un ejemplo de la recuperación del patrimonio del Barrio Alto. Su patio es una joya arquitectónica, compuesto por columnas de mármol negro y arcos de piedra arenisca palomera de la Sierra de San Cristóbal. La iluminación con mariposas dota a este espacio de una atmósfera íntima y poética, que nos invita a contemplar la belleza de su arquitectura y la historia que cada rincón guarda. Un espacio recuperado que, con iniciativas como esta, encuentra un nuevo significado y se abre al público para ser disfrutado.


Descubriendo rincones de El Puerto de Santa María desde otra perspectiva
La IV Fiesta de los Patios a la Luz de las Mariposas es más que un evento; es una experiencia que convierte el simple acto de caminar por sus calles en un viaje en el tiempo. Es la oportunidad de ver el corazón de El Puerto de Santa María desde una perspectiva diferente, a través de la calidez de una vela y la belleza de sus patios.
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