iglesia de san pedro apóstol
iglesia de san pedro apóstol

La iglesia de San Pedro Apóstol nació para acercar los sacramentos a un arrabal en plena expansión. Tras una visita pastoral de 1740 que pedía “dos ayudas” para la enorme feligresía de San Miguel, el párroco Ramón Álvarez de Palma impulsó una iglesia auxiliar: primero abrió una pequeña capilla en la calle Bizcocheros (1757) y, al quedarse corta, adquirió frente a ella el solar donde se levantó el templo actual (1758–). La Carta Arqueológica Municipal recoge esa secuencia (auxiliar en 1757 y fábrica del actual templo en 1775), y el propio testamento del promotor explica que lo hizo porque “por la distancia… el enfermo podía morir sin recibir los sacramentos”.

Quién la promovió y quién la construyó

El impulso inicial para la construcción de la iglesia de San Pedro partió de Ramón Álvarez de Palma, párroco de San Miguel en la primera mitad del siglo XVIII. Figura de gran peso en la vida religiosa y social de Jerez, Álvarez de Palma fue un clérigo comprometido con mejorar la asistencia pastoral a una población que crecía fuera del perímetro amurallado. En su testamento dejó constancia de que la motivación de esta obra era evitar que, por la distancia a San Miguel, “el enfermo pudiera morir sin recibir los sacramentos”, revelando así una preocupación profundamente pastoral y humanitaria.

La construcción del nuevo templo comenzó tras la adquisición de un solar frente a la pequeña capilla provisional de Bizcocheros, en 1758. Las obras se prolongaron durante años, y en 1775 el maestro mayor del Arzobispado de Sevilla, José Álvarez, elaboró planos que documentan su estado. La primera piedra fue colocada por Lucas Millán de Mendoza, secretario de cámara del arzobispo, y la primera misa la ofició Félix Vergel, canónigo magistral de la Colegial. Así, la iglesia fue fruto de la colaboración entre el clero local y las instancias arquitectónicas y eclesiásticas de mayor rango en la archidiócesis.

Titular y advocación

El templo está dedicado a San Pedro Apóstol, “Príncipe de los Apóstoles”. No se conserva un documento que motive la elección del título, pero es coherente con la práctica de la época —subrayar la comunión con la Iglesia universal al crear nuevas ayudas parroquiales— y con la centralidad devocional de San Pedro en la iconografía católica.

De ayuda de parroquia a parroquia

Durante más de siglo y medio, San Pedro cumplió la función para la que fue concebida: servir como ayuda de parroquia de San Miguel, acercando el culto y los sacramentos a un barrio en expansión que quedaba alejado del templo matriz. Su creación respondió a una necesidad pastoral urgente en el siglo XVIII, cuando la feligresía crecía y la distancia dificultaba la atención a enfermos y vecinos.

El paso definitivo llegó en 1911, cuando, por disposición eclesiástica, San Pedro fue elevada a parroquia independiente. Esta decisión no solo reconocía la importancia espiritual y social alcanzada por el templo, sino que consolidaba su papel como centro neurálgico de la vida religiosa del arrabal. Desde entonces, ha ejercido de sede parroquial para las celebraciones litúrgicas, la catequesis y la actividad de hermandades y cofradías. Su nueva condición fortaleció la identidad del barrio, convirtiendo a San Pedro en un referente comunitario con voz propia dentro del entramado eclesial de Jerez de la Frontera.

Arquitectura: lo que vemos hoy

La fábrica original dieciochesca fue profundamente transformada en el siglo XX. En 1973 se cerró por riesgo de desplome; la reconstrucción dirigida por el arquitecto Fernando de la Cuadra conservó muros y fachada y redujo las tres naves a una sola, cubierta por una gran bóveda elíptica; el templo reabrió en 1981. El Catálogo del Conjunto Histórico del PGOU municipal clasifica la pieza como templo con rehabilitación reciente y “estado aparente: bueno”.

En el exterior, la portada de piedra y el cuerpo de campanas (visible en la propia ficha del Catálogo) conservan el aire académico del XVIII, mientras que el interior responde al lenguaje sobrio de la intervención contemporánea: nave única con gran cubrición, capillas laterales rearticuladas y protagonismo del espacio central. (Descripción sustentada en el Catálogo municipal y el estudio académico citado).

Obras de arte y devociones

  • Nuestra Señora de Loreto en su Soledad (atribuida a Juan de Astorga, c. fines del XVIII), titular de la Hermandad de Loreto que tiene su sede en San Pedro. La web oficial del Ayuntamiento resume su historia, la atribución y restauraciones documentadas.
  • Lignum Crucis: desde 1982 la hermandad custodia y expone a la veneración esta reliquia, ligada al primer titular corporativo (Santa Cruz en el Monte Calvario).
  • Ecce Homo: imagen devota ya venerada en el primitivo templo de San Pedro (la pequeña capilla previa de Bizcocheros) y mencionada en la reseña municipal.

Hitos históricos (y alguna anécdota documentada)

  • 1757–1758: nacimiento como ayuda de parroquia y arranque de la nueva obra en Bizcocheros.
  • 1775: planos de obra del maestro mayor José Álvarez.
  • 1911: elevación a parroquia.
  • 1973–1981: cierre por ruina, reconstrucción y reapertura. La Hermandad de Loreto se trasladó provisionalmente a Santo Domingo y volvió en 1981.
  • Curiosidades: el acto de la primera piedra y la primera misa (nombres y cargos) figuran en la investigación sobre Álvarez de Palma, y añaden color a la crónica de obra.

El barrio y su memoria

La iglesia de San Pedro se encuentra en la calle Bizcocheros, uno de los ejes históricos más antiguos del arrabal de La Albarizuela, que comenzó a crecer extramuros de la ciudad medieval a partir del siglo XIII. Este arrabal, ligado en sus orígenes a actividades artesanas y comerciales, tomó su nombre de la albariza, la tierra blanca y calcárea tan característica de Jerez. Con el tiempo, Bizcocheros se consolidó como una vía estratégica que conectaba la ciudad amurallada con zonas de huerta y tránsito hacia el interior.

A escasos metros discurre la calle Honsario, cuyo topónimo recuerda la existencia, en época medieval, de un fonsario o cementerio judío. La historiografía local y la documentación arqueológica sitúan aquí uno de los espacios funerarios de la comunidad hebrea jerezana antes de su expulsión en 1492, lo que convierte a esta zona en un enclave de alto valor patrimonial y memoria plural.

Pasear por este entorno es recorrer capas de historia: desde los vestigios del pasado judío hasta la expansión barroca que dio origen a San Pedro. Hoy, el barrio mantiene su entramado urbano tradicional, salpicado de comercios, viviendas señoriales y rincones donde la historia se funde con la vida cotidiana, preservando su identidad en pleno centro histórico.

Estado actual y visita

Hoy San Pedro es parroquia viva, sede de la Hermandad de Loreto y pieza catalogada dentro del Conjunto Histórico de Jerez (afectada por la Ley 14/2007 de Patrimonio Histórico de Andalucía, con conservación tipológica y protección arqueológica nivel IV, según el PGOU).

iglesia de San Pedro Apóstol
iglesia de San Pedro Apóstol
fachada principal del templo jerezano
fachada principal del templo jerezano
mosaico de azulejos en uno de los laterales del templo
mosaico de azulejos en uno de los laterales del templo

Consejos para el viajero

Aprovecha la visita a media mañana, cuando la luz perfila la portada de piedra y el campanario. Dentro, busca la Virgen de Loreto y la Santa Cruz; son claves para comprender la devoción contemporánea del templo. Y, ya que estás, pasea por Bizcocheros y asómate a Honsario: pocas calles cuentan mejor la historia extramuros de Jerez.

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