Cuentan los periódicos de la época que una gran explosión, un 24 de agosto de 1988, más o menos a las dos de la tarde, sacudió la localidad de El Puerto. El lugar en el que aconteció esta catástrofe fue en la alcoholera. El estruendo fue tan grande, que se llevó por delante todo lo que había en un radio de 300 metros. No en vano, piezas de metal se encontraron a kilómetros de distancia del lugar.
No fueron estas las únicas consecuencias de aquel fatal accidente. Días después pudieron verse peces muertos en el río y en las playas del litoral que rodea a El Puerto, probablemente a causa de los contaminantes que fueron liberados a consecuencia de la explosión.
Parece que hubo un incidente premonitorio en el mismo lugar o un rincón cercano. Un incendio que pudo ser sofocado por los operarios de la fábrica señalaría el punto en el que, por desgracia, se produciría el siniestro, que se llevaría la vida de varios trabajadores que en ese momento desempeñaban sus labores cotidianas.
Desde aquel día, el lugar ha permanecido abandonado hasta la actualidad. A pesar de que, al parecer, se trata de un terreno urbanizable, nadie se ha interesado por este rincón de El Puerto.
Quizás, los únicos que alguna vez se han acercado a la antigua alcoholera, son grafiteros que quieren dejar sus obras impresas en los muros que aún se encuentran en pie.
De aquella factoría, solo queda los restos de las oficinas y algún depósito. Es preciso advertir, empero, y por lo menos así lo hacen las fuentes que llevo leídas, que es necesario ir con mucha precaución, pues la devastación originó puntos en los que se podría sufrir un accidente.
Solo me queda compartir una galería fotografías de lo que fue la alcoholera de El Puerto de Santa María. Recordaros que en mi perfil de Pinterest tengo publicadas algunas imágenes más, por si alguien tiene curiosidad por verlas.
Visitas: 0
