Escogí el sendero de Santibañez que parte desde el aparcamiento del centro comercial de Bahía Sur en San Fernando. Durante un buen trecho el camino se extiende en paralelo con la línea de ferrocarril que parte de la estación isleña en dirección a Cádiz. Diría que prácticamente todo el camino seré testigo, entre otras cosas, del ir y venir de los trenes.
Pero vamos a los que nos ocupa. Por esta parte del parque natural de la Bahía de Cádiz hay diseminadas un buen número de casitas, la mayoría en ruinas. Aventurar cuál fue su propósito es un ejercicio casi de adivinación. Su estado no permite siquiera conjeturar si eran viviendas en las que se recogía el ganado o si estaban relacionadas de alguna manera con las salinas.
Un buen número de ellas simplemente son inaccesibles. Te puedes conformar, como mucho, en fotografiarlas en la distancia.
En esta ocasión me detendré en la primera de ellas. Avanzando hacia donde se encuentra el apeadero de río Arillo, apenas a unos metros de iniciar el camino, me detengo ante la primera de ellas.
Como veis, su estado es lamentable, no solo porque la mayoría de sus muros se han venido abajo, además, no faltan los desaprensivos que han vandalizado el entorno.
Poco más que decir, apenas solo resta compartiros las fotografías que realicé con mi cámara.
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