La estación de ferrocarril de Jaén fue testigo de una evolución marcada por épocas de esplendor y periodos de declive, reflejando los cambios en las infraestructuras ferroviarias de Andalucía. Inaugurada en julio de 1881, formaba parte de la línea Linares-Puente Genil, construida por la Compañía de los Ferrocarriles Andaluces con el objetivo de conectar las comarcas jiennenses con un puerto marítimo. Esta línea completada en enero de 1893, permitió el enlace de Jaén con municipios como Torredonjimeno, Torredelcampo y Martos.
Historia de la estación de ferrocarril de Jaén
Durante sus primeros años, la estación de Jaén contaba con amplias instalaciones, incluyendo un edificio de viajeros, muelles para mercancías y una playa de vías para maniobras. Además, disponía de una reserva de locomotoras para labores de tracción, aunque dependía del depósito de Puente Genil.
A lo largo del siglo XX, la estación experimentó varios cambios en su gestión. En 1936, durante la Segunda República, la Compañía de los Ferrocarriles Andaluces fue incautada por el Estado debido a problemas económicos, y la gestión de sus infraestructuras pasó a la Compañía Nacional de los Ferrocarriles del Oeste. Posteriormente, en 1941, con la nacionalización de los ferrocarriles de ancho ibérico, las instalaciones fueron integradas en la Red Nacional de los Ferrocarriles Españoles (RENFE).
La década de 1980 marcó un punto de inflexión para la estación de Jaén. En octubre de 1984, se cerró al tráfico el tramo entre Jaén y Campo Real, interrumpiendo la conexión histórica con la Subbética y la línea hacia Málaga. Años después, las vías se desmantelaron y el trazado se convirtió en una vía verde. Además, en 1988, la estación original fue clausurada y demolida, siendo reemplazada por una nueva instalación de carácter terminal, dedicada exclusivamente a servicios de viajeros.
Terminal ferroviaria jiennense en la actualidad
En la actualidad, la estación de Jaén ofrece conexiones con Madrid, Linares-Baeza, Alcázar de San Juan, Córdoba, Sevilla y Cádiz. Sin embargo, el volumen de tráfico ha disminuido significativamente en comparación con su época dorada, y muchos consideran que la provincia está casi desconectada de la red ferroviaria española, especialmente en lo que respecta a la alta velocidad.
La historia de la estación de ferrocarril de Jaén es un reflejo de las decisiones políticas y económicas que han influido en el desarrollo ferroviario de la región. Desde su inauguración en el siglo XIX hasta los desafíos actuales, la estación ha sido un símbolo de las aspiraciones y realidades del transporte ferroviario en Andalucía.






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