En el corazón de la vibrante semana santa de Cádiz, la iglesia de la Merced en el barrio de Santa María se convierte en escenario de una tradición arraigada y llena de misterios. Entre las veneradas imágenes que desfilan en procesión, se encuentra el Nazareno de la Obediencia, una figura que guarda secretos históricos y artísticos fascinantes.
Este año marca un hito para la cofradía del Nazareno de la Obediencia, ya que realizará su segunda salida procesional desde la iglesia de la Merced. Tras su debut el año pasado en el Sábado de Pasión gaditano, se plantea una decisión trascendental para el futuro: ¿cuál será el día definitivo de su salida procesional?. Se barajan opciones como el Lunes Santo o la Madrugada del Viernes Santo, sin descartar la víspera del Domingo de Ramos.
La devota sección de penitencia de Nuestro Padre Jesús Nazareno de la Obediencia forma parte de la Venerable Archicofradía de la Celeste y Real Esclavitud de Nuestra Señora de la Merced, una institución con una rica historia que se remonta al siglo XVII en Cádiz. Desde su incorporación en 2015, el Nazareno de la Obediencia ha sido objeto de admiración y devoción por parte de los fieles.
Esta venerada imagen, tallada por Cosme Velázquez en los albores del siglo XIX, ha sido sometida a una restauración magistral a cargo del imaginero gaditano Luis González Rey en 2020. Pero la historia del Nazareno de la Obediencia va más allá de su apariencia física, pues encierra intrigantes relatos sobre su origen.
Se dice que esta imagen, de apariencia modesta pero cargada de significado, llegó a la Parroquia de la Merced en la década de los cincuenta, donada por una generosa feligresa. Sin embargo, su procedencia es objeto de especulación y curiosidad entre los cofrades. Algunos sugieren que su cabeza podría provenir del desaparecido altar de los profetas en la Parroquia de San Lorenzo Mártir, donde destacaba la obra de grandes escultores de la época.
El relato de su posible autoría nos sumerge en un fascinante viaje a través del tiempo, donde se entrelazan historias de postguerra y donaciones generosas. Miguel Láinez Capote, un renombrado escultor de la región, podría haber sido el artífice de darle forma y cuerpo a esta misteriosa cabeza, adaptándola para representar a Jesús con la cruz al hombro.
La llegada del Nazareno de la Obediencia a la Archicofradía de la Merced fue un momento trascendental, aceptando esta venerable corporación la imagen como cotitular y objeto de profunda devoción. Asimismo, se especula que otra imagen, Nuestro Padre Jesús de las Penas, comparte un origen similar, reflejando la habilidad artística de Velázquez y el talento de escultores como Láinez.
A medida que desenterramos los secretos detrás de estas veneradas imágenes, surge la convicción de que la autoría de Cosme Velázquez Merino podría ser la clave para comprender la verdadera esencia del Nazareno de la Obediencia. Su legado perdura en cada detalle de estas figuras, recordándonos la profunda tradición y devoción que caracteriza a la semana santa de Cádiz.
En este contexto de misterio y veneración, nos sumergimos en la historia del Nazareno de la Obediencia, una figura que trasciende el tiempo y cuyo legado perdura en el corazón de la comunidad gaditana.
Galería de su desfile procesional en la Semana Santa 2024
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