El palacio de Valdivieso, situado en el corazón de El Puerto de Santa María, es una de las joyas arquitectónicas que reflejan el esplendor de la ciudad durante los siglos XVII y XVIII. Esta casa-palacio, también conocida como Palacio de Santa Cruz, construida en 1679 por Bernardino García de Valdivieso, quien fue un destacado marino que alcanzó el rango de Almirante de la Armada Real. Enriquecido gracias al comercio colonial, Valdivieso decidió edificar su residencia a espaldas del emblemático Castillo de San Marcos, frente a la actual calle Sol.
Arquitectura de casa palacio de cargadores de Indias
El diseño del palacio se atribuye al arquitecto Pedro Mateos de Grajales, quien también fue responsable de otras edificaciones significativas en la ciudad, como el desaparecido Convento de Santo Domingo. La construcción se asienta sobre una parcela rectangular de aproximadamente 640 metros cuadrados y se organiza en torno a un patio central que articula las diferentes estancias del edificio.
La fachada principal destaca por su sobria elegancia. La portada, situada en el centro, consta de un primer cuerpo con un vano de ingreso adintelado, enmarcado por molduras rectilíneas y flanqueado por pares de columnas de orden toscano. Encima, un friso con triglifos y metopas da paso a una repisa sobre ménsulas que separa este nivel del superior. En la planta superior, un balcón central se abre a través de otro hueco adintelado, enmarcado por piedra almohadillada. Finalmente, en el tercer cuerpo, se sitúa el escudo familiar, centrado en un frontón curvo roto y coronado por un pequeño frontón recto.
El interior del palacio es igualmente impresionante. El patio central, de planta cuadrada y dos alturas, está rodeado en su planta baja por pórticos de arcos de medio punto realizados en piedra tallada, que descansan sobre columnas toscanas de fuste liso. Las galerías perimetrales que rodean estos arcos cuentan con techos de vigas de madera vista, aportando calidez al espacio. El diseño de la solería y la disposición de macetas contribuyen a crear un ambiente armonioso y acogedor.

Arte en el interior del edificio
Un elemento de especial interés son las pinturas murales que se conservan en el edificio, recientemente restauradas. Ubicadas en lo que fue la antecámara de los dormitorios, estas obras datan de entre 1687 y 1688 y representan figuras femeninas del Antiguo Testamento, como Esther, Judit con la cabeza de Holofernes y Abigail. Se cree que estas pinturas están relacionadas con la solicitud de ingreso de Valdivieso en la Orden de Calatrava, en la que fue admitido en 1688.
Tras el fallecimiento de Bernardino García de Valdivieso en 1691, el palacio permaneció en manos de su familia, pasando por diversas generaciones y experimentando modificaciones en su estructura original. A mediados del siglo XIX, el edificio comenzó a utilizarse como asilo y, posteriormente, se transformó en casa de vecinos. En la actualidad, el Palacio de Valdivieso alberga las oficinas de la Concejalía de Urbanismo del Ayuntamiento de El Puerto de Santa María, y ha sido objeto de trabajos de restauración y mantenimiento para preservar su valor histórico y arquitectónico.
Este palacio es un testimonio vivo de la riqueza patrimonial de El Puerto de Santa María y una muestra representativa de las casas-palacio de los cargadores a Indias, que tanta relevancia tuvieron en la ciudad durante la época colonial. Su conservación y puesta en valor permiten a residentes y visitantes apreciar la historia y el legado cultural de la región.

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