baluarte de la candelaria
baluarte de la candelaria

El Baluarte de la Candelaria se levantó en 1672, aprovechando un saliente rocoso en el borde norte de la ciudad (Alameda Apodaca/Alameda Marqués de Comillas). La obra se hizo por iniciativa del gobernador de la plaza, Diego Caballero de Illescas, con un objetivo muy claro: dominar con artillería el canal de acceso al puerto y proteger el frente noroeste de Cádiz.

Cómo era su arquitectura defensiva

Con planta quebrada y muro en talud que actúa como rompeolas, el baluarte apuntaba literalmente al mar. En su coronación se dispusieron cañoneras y camino de ronda; en el costado interior se articulan casamatas, y el conjunto quedó flanqueado más tarde por pabellones del siglo XIX. Es uno de los proyectos defensivos más ambiciosos de la Cádiz del Seiscientos y el mejor ejemplo conservado en la ciudad.

1. Planta irregular y estratégica posición

  • El baluarte posee una planta prácticamente triangular, con el lado sur abierto hacia la ciudad y los lados nordeste y noroeste volcados al mar.
  • Se alza sobre un saliente rocoso, aprovechando la elevación natural y la disposición del terreno para dotar a la fortificación de una posición dominante sobre la bahía y el canal de acceso al puerto.
  • Su ubicación estratégica lo inscribe entre el Baluarte de San Felipe y las fortificaciones de la Caleta, consolidando la protección del frente occidental de Cádiz.

2. Muralla inclinada como rompeolas

  • Los muros exteriores presentan un perfil en talud, lo que permite desviar la fuerza de los embates del mar, y en la base se prolonga una plataforma que actúa como rompeolas (también llamada “zapata”).
  • Esta robusta solución arquitectónica contrarresta la erosión marítima y protege la estabilidad estructural del baluarte.

3. Casamatas, cañoneras y camino de ronda

  • En el lado expuesto al mar, se distribuyen casamatas abovedadas que albergan cañones, con ventanucos que permiten disparar con seguridad desde dentro de la fortificación.
  • Sobre las casamatas se alza un camino de ronda, elemento táctico esencial para el patrullaje y defensa perimetral.
  • Estos elementos forman juntos un dispositivo complejo y efectivo, que combina protección física con capacidad ofensiva.

4. Dependencias en el lado urbano

  • El lado orientado hacia la ciudad está cerrado por dependencias secundarias como el cuerpo de guardia, la casa de bombas y otras construcciones auxiliares.
  • En el núcleo del baluarte se encuentra casi intacto un polvorín, construido con gruesos muros y bóveda reforzada, destinado al almacenamiento seguro de pólvora.

5. Materiales y evolución histórica

  • La construcción se realizó con piedra ostionera, un material habitual en Cádiz por su resistencia y disponibilidad local.
  • A mediados del siglo XVIII se añadió una batería a barbeta (a cielo abierto) sobre una explanada, complementando las casamatas cerradas.
  • En el siglo XIX, se incorporaron pabellones arquitectónicos que delimitan actualmente el recinto, integrando funcionalidad con paisajismo urbano.

Oficios del bastión: del cuartel al palomar militar

A lo largo de su vida útil militar, la Candelaria sirvió como cuartel, maestranza de ingenieros y hasta palomar del servicio colombófilo del Ejército (las palomas mensajeras formaron parte de la logística militar hasta bien entrado el siglo XX).

1. Cuartel y maestranza de ingenieros

Desde su construcción en 1672 por disposición del gobernador Diego Caballero de Illescas, el Baluarte de la Candelaria fue utilizado como cuartel, proporcionando alojamiento y resguardo a los efectivos destinados a la defensa de la ciudad.

Con el tiempo, su estructura se adaptó para servir también como maestranza de ingenieros, un espacio dedicado a labores de mantenimiento, planificación y soporte técnico militar en tareas de fortificación.

2. Palomar militar del servicio colombófilo

En un uso menos común pero históricamente significativo, el baluarte albergó un palomar del servicio colombófilo del Ejército. Las palomas mensajeras eran una parte esencial de la red de comunicaciones militares, utilizadas especialmente en situaciones de asedios o desconexión de líneas convencionales.

Este hecho habla del carácter multifuncional del baluarte, que además de su rol defensivo y logístico, se adaptó a innovaciones en comunicación militar pre-tecnológicas.

3. Transición a espacio cultural

En el siglo XX, tras su rehabilitación, el Baluarte de la Candelaria fue definitivamente incorporado al patrimonio municipal de Cádiz y transformado en un espacio destinado a la cultura. Aunque en su momento se contempló que acogiera el prototipo de un Museo del Mar, ese proyecto nunca llegó a inaugurarse.

Hoy en día el recinto funciona como una sala de exposiciones, con espacios habilitados como la sala «Tía Norica» y un amplio patio donde se celebran conciertos, representaciones teatrales, carnaval y otras actividades culturales

Reformas, curas y cicatrices

La fortificación sufrió con el oleaje atlántico y conoció reparaciones dirigidas por ingenieros como Ignacio Sala, Juan Zapatero y Antonio Hurtado; en el siglo XVIII se añadió una explanada con batería “a barbeta” (artillería a cielo abierto). A finales del XIX comenzaron las obras que encarrilaron su reutilización cultural.

De baluarte a espacio ciudadano (y municipal)

En el siglo XX el recinto pasó a manos del Ayuntamiento (se documenta su propiedad municipal desde 1972). Una vez rehabilitado, se planteó incluso como Museo del Mar, y hoy funciona como espacio cultural estable, con programación de conciertos, teatro y festivales de verano.

Qué encontrarás hoy si lo visitas

La Candelaria abre cuando hay programación (conciertos, zarzuela, flamenco, festivales, teatro, etc.) y mantiene su gran patio como escenario principal. Su silueta —garitas, talud y pretil— sigue dialogando con la bahía mientras el interior late como centro de exposiciones. Consulta la cartelera local si quieres coincidir con funciones de verano.

Para curiosos del patrimonio

  • Ficha y reseñas institucionales subrayan su función de control de la bocana y su valor como ejemplo de ingeniería militar moderna en Cádiz.
  • Estudios y síntesis divulgativas reiteran la autoría decisoria del gobernador Caballero de Illescas y documentan campañas de reparación por el castigo del mar.

En dos trazos: galería de fotografías del baluarte

El Baluarte de la Candelaria nació como pieza de artillería de costa para blindar el puerto comercial más codiciado de la Monarquía Hispánica. Tres siglos y medio después, su muralla sigue frenando olas, pero ahora deja pasar música, teatro y arte: un patrimonio vivo que condensa la identidad marítima y cultural de Cádiz.

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