Cádiz contó históricamente con un castillo emplazado en la parte más alta de la ciudad, en un lugar conocido como el Monturrio. También recibió el nombre de castillo de la Villa o del Teatro. De aquella zona elevada ya queda más bien poco debido a que, durante el siglo XVIII, se realizaron obras de nivelación en la calle de San Juan de Dios.
Aunque no se sepa a ciencia cierta, parece ser que fue construido por mandato del rey Alfonso X o, en otras versiones, se afirma que fue el duque de Cádiz quien ordenó su edificación o reconstrucción de una fortaleza más primitiva. Lo que si parece que fue un hecho histórico, al menos eso afirma Agustín de Horozco, el teatro romano se desbarató para construir con sus piedras el castillo.
Según parece, en las fuentes que he consultado, la fortaleza servía más de almacén que de estructura militar defensiva. Al reincorporarse la ciudad a la corona, no parece que se hiciera nada por su conservación. Lo cierto es que fue deteriorándose progresivamente. A pesar de que, en tiempos de Felipe II, se mostrara interés por su recuperación, la lentitud de las obras provocaron que, durante la toma de la ciudad por el duque de Essex, su papel en la defensa de Cádiz se podría calificar de anecdótico.
Fue en aquella época en la que se comenzó a llamar a la fortaleza con el nombre de castillo viejo. De hecho, casi estuvo a punto de ser demolido.
En las décadas siguientes, se fue usando para diferentes finalidades. Primero como polvorín. Más tarde se planificó instalar la sede de la Real Compañía de Caballeros Guardiamarinas. También fue un centro de observación astronómica.
Desde el año 1872 se asiste al progresivo desmoronamiento del castillo. Sobrevivieron viejos lienzos de la antigua fortaleza enmascarados en las paredes del edificio del Asilo de la Infancia. Fue en el año 1947, año en el que se produjo ocurrió la explosión que sacudió la ciudad cuando ya, definitivamente, quedaron desahuciados los pocos restos que permanecían en pie de la centenaria fortaleza gaditana.
Os dejo, a continuación, algunas fotografías del que es el testimonio de la existencia de aquel Castillo de la Villa de Cádiz.
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