Me encuentro frente al lugar en donde se erigió una iglesia dedicada a San Lorenzo, entre los siglos XIII y XIV. Aún en la actualidad se conserva una pequeña capilla que alberga artesanados y azulejos moriscos.
En otra época fue una iglesia destacada en Jaén, en donde se custodiaban importantes tesoros artísticos que, en la actualidad se conservan en la Iglesia de la Merced.
Fue escenario también de acontecimientos históricos. Se cuenta que fue en este templo en donde se veló el cuerpo sin vida del rey Fernando IV El Emplazado. Es el motivo por el que, durante siglos, se ha realizado en este lugar un responso con ocasión del fallecimiento de los obispos de la ciudad.
Fue en este templo en donde se bautizó a Maximiliano de Austria, tío del rey Carlos I.
En esta capilla se encuentra enterrado el que fuera secretario del condestable Miguel Pérez de Iranzo, Juan de Olid.
En 1825 la iglesia se vino abajo a causa del mal estado en el que se encontraba, quedando en pie solo el Arco. En ese momento, la parroquia y los archivos fueron trasladados a la vecina Iglesia de San Bartolomé.
Los restos del antiguo templo se salvaron, en 1877 de su demolición gracias a que fue declarado Monumento Nacional. Esta efeméride fue una iniciativa de muchos jiennenses que abogaron por su conservación. En 1969 se realizaron obras de rehabilitación del Arco dirigidas por el arquitecto Luis Berges.
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