Es interesante plantear esta cuestión, particularmente en el mundo en el que hoy vivimos. Mi postura ante la pregunta es que no todas las opiniones son respetables.
“Podré o no estar de acuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo”.
Voltaire
Lo que si debería respetarse la opción de exponer ese argumento. Empero, es que el contenido de esa opinión puede ser absurdo, banal, blasfemo, injusto o racista, por poner algunos ejemplos. Y es precisamente este contenido el que nos puede llevar a aceptarlo o rechazarlo.
Vivimos habitualmente en un mundo polarizado en el que es fácil que se levanten opciones enfrentadas que ni siquiera aceptarán que la parte contraria exprese su forma de pensar.
Sin embargo, creo que es importante dejar manifestarse a los que te rodean. Considerar lo que demás piensan acerca de lo que vivimos o, incluso, de nosotros mismos, nos permitirá conocer mucho mejor nuestro entorno y adaptarnos con éxito a él,
La afirmación de que cualquier opinión es respetable nos puede conducir a un relativismo moral y social, extendiendo la idea de que si todo vale, entonces nada vale, porque al fin y al cabo todo el igual.
Nos encontramos con más frecuencia de la que quisiéramos admitir grupos autoproclamados progresistas defensores, solo en la teoría, del respeto a cualquier idea que pueda expresarse. La realidad es que no tienen reparo a contradecirse y a tratar de silenciar, incluso con la fuerza, a quienes se atrevan a criticar sus postulados o expresar una opinión alternativa.
Opino que esta es una cuestión apasionante que merecería la pena que debatiéramos con sosiego.
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