En la Sierra de Grazalema, muy cerca de la localidad de Benaoján, se esconde un auténtico tesoro arqueológico: la Cueva de la Pileta. Esta joya del arte rupestre, declarada Monumento Nacional en 1924, nos transporta miles de años atrás, a una época en la que los primeros habitantes de Andalucía dejaron grabada su huella en las paredes de esta impresionante caverna.
El Descubrimiento de la cueva de la Pileta
Fue a principios del siglo XX cuando José Bullón, un labrador local, descubrió por casualidad esta cueva mientras buscaba guano para fertilizar sus cultivos. Pronto, el inglés Willoughby Verner, apasionado por la arqueología, reconoció el valor de su hallazgo y ayudó a darlo a conocer al mundo científico. Desde entonces, la Cueva de la Pileta se ha convertido en un lugar imprescindible para quienes buscan explorar el legado prehistórico de Andalucía.
Lo que Hace Única a la Cueva de la Pileta
La Cueva de la Pileta no es solo un refugio natural, sino también un auténtico libro de historia abierto. En sus paredes encontramos extraordinarias pinturas rupestres y grabados realizados hace más de 20.000 años. Las representaciones de animales, como caballos, cabras y ciervos, nos permiten asomarnos a la fauna que habitaba la región durante el Paleolítico Superior. También se han identificado símbolos abstractos y técnicas pictóricas que incluyen líneas dibujadas con los dedos impregnados en arcilla, utilizando tonalidades marrones y rojizas.
Lo que más me impresionó durante mi visita fue el detalle y el dinamismo de los dibujos, que parecen cobrar vida bajo la tenue iluminación instalada en el recorrido. Imaginar a nuestros antepasados iluminando las paredes con fuego para plasmar estas figuras resulta conmovedor.
Un lugar de habitación y de rito
La cueva no solo sirvió como refugio para los grupos de cazadores-recolectores que deambulaban por la Sierra de Ronda, sino que también fue un lugar sagrado. Las excavaciones han revelado que la cueva se utilizó para enterramientos rituales, lo que subraya su importancia espiritual y simbólica para las comunidades prehistóricas.
Cómo legar a la cueva de las pileta
Benaoján está a poco más de una hora de Málaga capital, lo que hace que sea un destino perfecto para una escapada de un día. Puedes acceder en coche o mediante tren desde Ronda, disfrutando de unas vistas espectaculares de la serranía andaluza.
La Cueva de la Pileta es mucho más que un simple destino turístico; es una ventana al pasado que nos recuerda la conexión profunda entre los seres humanos y su entorno. Si tienes la oportunidad de visitarla, no te pierdas este viaje único al corazón de nuestra historia más remota.
¿Te animas a descubrir este fascinante rincón de Andalucía? ¡Déjame tus impresiones en los comentarios!
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