¿Sabías que Almuñécar, además de su encanto tropical, es un auténtico museo al aire libre de la época romana? Hoy te llevo a un rincón fascinante de esta histórica ciudad: las Termas Romanas de Almuñecar, un vestigio increíblemente bien conservado que nos transporta al primer siglo después de Cristo. ¡Ponte cómodo y prepárate para un viaje en el tiempo!.
Agradecemos las imágenes a María Pulido, embajadora del proyecto Destination Andalucía.
Un legado bajo el suelo de Sexi Firmum Iulium
Conocida como Sexi en tiempos fenicios, esta ciudad costera se convirtió en un importante enclave romano tras la Segunda Guerra Púnica, cuando pasó a llamarse Firmum Iulium Sexi en honor a Julio César. Desde entonces, Almuñécar floreció como un núcleo lleno de vida, comercio y, cómo no, lujosos baños termales.
En 1996, durante unas excavaciones cerca del acueducto romano, salieron a la luz las Termas de La Carrera. Su descubrimiento no fue casual: esta zona era el epicentro de la actividad romana, con un acueducto que alimentaba no solo las termas, sino también otros edificios de la época.
¿Qué nos cuentan las termas?
Lo primero que sorprende al visitar este lugar es el ingenioso sistema hidráulico que idearon los romanos. Las termas están formadas por una red de piscinas de agua fría y caliente, que funcionaban gracias al hipocausto, un sofisticado sistema de calefacción que utilizaba hornos y túneles para distribuir agua caliente y vapor bajo el suelo. ¡Toda una proeza de la ingeniería para el siglo I d.C.!
Además, los suelos estaban recubiertos con un material impermeable llamado opus signinum, una mezcla de cal, arena y fragmentos de cerámica, diseñado para resistir la humedad y el paso del tiempo. Incluso se han hallado tuberías de plomo que canalizaban el agua, algunas de las cuales se conservan bajo tierra para protegerlas.
Pero no solo se trata de tecnología; las termas eran también un espacio social. Imagina a los ciudadanos romanos relajándose, conversando y cerrando acuerdos en estas piscinas, rodeados de mármol, mosaicos y un ambiente de lujo. Eran los «spa» de la antigüedad, exclusivos para las clases altas.
Más que termas: un complejo romano lleno de historia
El yacimiento incluye algo más que las piscinas. Los arqueólogos han identificado cuatro habitaciones que probablemente eran parte de una vivienda o dependencias anexas. También han encontrado un aljibe y hasta quince estructuras hidráulicas relacionadas con el funcionamiento de las termas. Todo esto sugiere que este lugar fue un complejo de gran relevancia en la Almuñécar romana.
A pesar de que las termas se abandonaron en el siglo IV, su legado quedó enterrado, esperando a ser redescubierto siglos después.
Termas más allá de La Carrera
Si piensas que estas son las únicas termas de Almuñécar, ¡te equivocas! Cerca de la playa de Cotobro se encuentran otros restos termales integrados en un complejo hotelero. Aunque más pequeñas, estas también datan de los siglos I y II, y son un testimonio adicional del refinado estilo de vida romano.
Almuñécar: historia y sol en perfecta armonía
Visitar Almuñécar es mucho más que disfrutar de su sol y sus playas. Es una oportunidad de caminar por calles llenas de historia, tocar piedras que han sido testigos de siglos de vida, y maravillarte con cómo vivían los romanos en este rincón de la Costa del Sol Tropical.
Así que la próxima vez que estés en Almuñécar, no te pierdas las Termas Romanas de La Carrera ni los otros yacimientos arqueológicos. Te prometo que verás la ciudad con otros ojos y te irás con una conexión especial con su fascinante pasado.
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