Adentrarse en la Casa Viña de María Manuela es emprender un viaje en el tiempo, un recorrido por los pasajes de la historia que nos transporta a siglos pasados. Esta antigua finca, con sus dos partes distintivas, nos cuenta la historia de grandes empresarios, de familias que dejaron su huella en cada piedra y cada rincón de esta majestuosa propiedad.
En el año 1801, el prominente empresario de origen francés Juan-Bautista Biñalet, quien también fungió como concejal de El Puerto durante varios años, adquirió esta finca en una subasta pública. A su fallecimiento, legó la propiedad a su hermana Josefa-María, dando inicio a una nueva etapa en la historia de este lugar emblemático.
Pero fue en 1824 cuando la Casa Viña de María Manuela tomó un nuevo rumbo en manos de Guillermo Lobé, un destacado comerciante con conexiones entre El Puerto y Cuba, donde desempeñaba el cargo de cónsul general de los Países Bajos. Al adquirir la finca de Josefa-María Biñalet, viuda de Juan-Mateo Sedze, Guillermo Lobé decidió honrar a su esposa dándole nombre a la propiedad: María-Manuela Malagamba.
Dos años después, en 1826, la viña cambió de manos nuevamente, esta vez en posesión de los destacados comerciantes italianos Tomás Ravina y Agustín Albertis, quienes se establecieron en la zona. Junto con otros propietarios, como Boullet y Pineda, la Casa Viña de María Manuela se convirtió en parte de una extensa propiedad vitícola que marcó la historia de la región.
A pesar de que el matrimonio Lobé-Malagamba solo disfrutó de la propiedad por un breve periodo, el nombre de María-Manuela ha perdurado en el tiempo, otorgando a la finca un legado que trasciende generaciones. Hoy en día, la casa puede estar abandonada, pero su valor histórico es incalculable, ya que conserva intacta toda su estructura original del siglo XVIII.
Desde sus muros de cajón hasta su vigería de madera y su cubierta de teja, cada detalle de la Casa Viña de María Manuela nos habla del esplendor de tiempos pasados, de una época en la que la construcción era un arte y la vida transcurría en armonía con la naturaleza que la rodeaba.
Únete a nosotros en este fascinante viaje por la historia y descubre los secretos que se esconden tras las puertas de la Casa Viña de María Manuela, un lugar donde el pasado cobra vida y el legado de generaciones anteriores perdura en cada rincón.
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