Hubo una época dorada en la que la estación de ferrocarril de Jaén contó con bastante tráfico ferroviario. Pero, lamentablemente, esos tiempos ya pasaron. De aquellos años solo ha quedado una estación terminal desde la que, apenas, salen y llegan media docena de trenes al día.
Con todo, esta estación jamás estuvo directamente conectada con la línea general de Andalucía que venía de la capital de España rumbo a Córdoba. Existían unos ferrobuses que enlazaban con la estación de Espeluy. Tampoco hubo enlace directo ni con Murcia ni Albacete, ni con Granada o Almería. Para subirse a uno de estos trenes había que ir a la estación de Linares.
Sí que hubo, durante algunos años, conexión con Málaga a través de la línea Linares – Puente Genil. Pero esta fue uno de los servicios que, allá por la década de los años ochenta del siglo pasado, fueron clausurados y, posteriormente, desmantelados. Así ha quedado poblaciones como TorredelCampo, Torredonjimeno, Martos, VadoJaén, Luque, Doña Mencía o Cabra. Hoy por hoy habría sido una eficaz alternativa a los coches. Con el paso de los años, se tomó la decisión de convertir muchas de ellas en vías verdes de senderismo.
Queda nada más conexión diaria con Madrid a través de Despeñaperros y con Sevilla y Cádiz. Una situación que, para muchos, supone casi una desconexión de la provincia a la red española de ferrocarril y, muy particularmente, a la de alta velocidad.
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