Tijola es una de las paradas ferroviarias del ferrocarril que cruzaba el valle de Almanzora, y que unía las provincias de Granada, Almería y Murcia.
Inaugurada en 1894, se mantuvo en servicio hasta el año 1985, en el que la línea fue definitivamente clausurada.
Por esta estación recibía en un cargadero situado a unos 600 metros de la terminal el mineral de hierro procedente de Cuevas Negras. Este trasiego duró hasta 1916, dado el declive de la actividad minera en esta parte de Andalucía.
A finales de la década de los noventa, hubo un intento de crear un tren turístico que usara esta estación de ferrocarril. Empero, la iniciativa fracasó cuando, en 2003, se rompió un cambio de agujas.
Actualmente la terminal de viajeros ha vuelto a ser puestas, de nuevo, en valor, con un establecimiento de restauración en las mismas instalaciones de la antigua estación de pasajeros. Además, existe una ruta cicloturista que recorre el trayecto por donde, en otra época, transitaban los trenes.
Como nota anecdótica, se conserva una vieja locomotora idéntica a las que circularon por estas vías en los tiempos en los que la línea ferroviaria almeriense aún estaba en funcionamiento.
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Esas paradas de tren medio desoladas, como un oasis en medio de la nada, son muy evocadoras. En Italia hay ciertas regiones donde son muy normales.