hornacina de la inmaculada concepción
hornacina de la inmaculada concepción

Bienvenidos a un recorrido por la historia que yace en las calles de nuestra ciudad. Hoy nos detenemos en la emblemática Calle Santa María número 1, donde un tesoro cultural se alza en la fachada de la primera planta, casi en la esquina con Placilla, junto al querido Bar El Cafetín.

Al levantar la vista, nuestros ojos se encuentran con una imagen que trasciende el tiempo: la Virgen Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción. Tallada en barro cocido por el hábil Escultor D. Rafael Tejada Prieto. Esta representación erguida, con las manos juntas en oración, es una verdadera obra de arte que nos conecta con el pasado.

Sobre un pedestal, una dedicación grabada nos cuenta una parte de su historia: “POR DESEO DE Dª CARMEN PRIETO”, probablemente en honor a su madre. Este regalo significativo fue ofrecido a la Familia Sordo/Díaz, propietarios de la casa, como muestra de agradecimiento. Vecinos y amigos durante años, la estatua se erige como un símbolo de los lazos que unen a una comunidad.

Aunque representa a la Purísima Concepción en una versión libre, su importancia religiosa no se ve disminuida. Entronizada y bendecida por el Obispo el 12 de diciembre de 1980, esta imagen es un lugar de devoción para muchos. Lo que se reza ante ella tiene una significancia especial para la comunidad católica local.

La hornacina que acoge a la Virgen es una obra de arte en sí misma. Excavada en el muro con una parte superior abocinada, rodeada por finas columnillas y una base escalonada, su diseño es una muestra de maestría arquitectónica. Aunque su fecha exacta de construcción es un misterio, su presencia desde el siglo XIX en la casa sugiere un linaje de veneración y cuidado.

A lo largo de los años, esta joya cultural ha sido testigo de cambios y renovaciones en la casa que la acoge. Desde su limpieza en piedra en 1975 hasta su estado actual, bien conservada y amada por la comunidad, esta estatua nos recuerda la importancia de preservar nuestro patrimonio histórico para las generaciones venideras.

Cada rincón de nuestra ciudad guarda historias esperando ser descubiertas. La Virgen de la Inmaculada Concepción en la Calle Santa María es más que una simple escultura; es un símbolo de fe, gratitud y amistad arraigado en el corazón de nuestra comunidad. Que su presencia siga iluminando nuestro camino y recordándonos la importancia de valorar y proteger nuestro legado cultural.

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