Debo confesar que me encontré con las ruinas del cortijo de la Vega por pura casualidad. No era lo que buscaba, pero me alegré toparme con este patrimonio histórico en Puerto Real, y quiero compartir mi hallazgo en mi blog personal.
Ahora, la idea es contar de qué se trata este lugar y cuál es su origen. Según parece, es un caserío en pleno parque natural de la Algaida, muy cerca de la laguna de la Vega.
La denominación proviene del arrendatario que ocupó la finca allá por el siglo XVII. Se trata de Francisco Guerra, marqués de la Hermida, quien era considerado el mayor poseedor de ganado de Puerto Real en aquellos años. Es por esta razón por la que este lugar comenzó a conocerse por el segundo apellido del arrendatario: “de la Vega”.
Particularmente, en la casa vivía el gañán o guardia encargado de custodiar las reses marismeñas, caballos o vaca palurda, animales típicos en estas dehesas litorales. También era frecuente la cría de cabras, asnos u ovejas, ganado muy adaptado al pasto salino y las épocas de sequía.
Se ha sabido conservar, en la medida de lo posible, todos los elementos necesarios para la atención de los animales que vivían en este paraje, haciéndose uno una idea más o menos aproximada de cómo era la vida de estas personas en aquellos tiempos.
Termino dejando algunas fotografías de este rincón de Puerto Real para quien aún no lo conozca. Tengo muchas más imágenes publicadas en mi canal de pinterest.
Visitas: 9