Paseando por la Alameda, justo en el jardín que hay en el lateral del edificio ocupado por el Rectorado de la Universidad de Cádiz, me llamó la atención una estatua de un personaje que, en un inicio, no reconocí.
Indagando un poco, descubrí que se trata de una escultura de Miguel Primo de Rivera. Que yo recuerde, existe una estatua ecuestre en el centro la plaza del Arenal de Jerez de la Frontera. Empero, no tenía ni idea de que hubiera otra en Cádiz, en un lugar bastante discreto, dicho sea de paso.
Pero para contextualizar un poco, Miguel Primo de Rivera fue un militar y político jerezano, que gobernó como dictador España entre los años 1923 a 1930. Durante su gobierno, se produjo un importante crecimiento económico gracias a sus reformas.
Su mandato acabó, empero, en un clima de impopularidad que lo llevó a presentar su dimisión un 28 de enero de 1930. Tras ello, trasladó su residencia a París, ciudad en la que fallecería a los pocos años.
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