atalaya de la Charilla
atalaya de la Charilla

En el corazón de la pintoresca aldea de Charilla, dentro del municipio de Alcalá la Real, provincia de Jaén en España, se erige la torre de Charilla. Esta imponente estructura, parte integral del sistema defensivo del castillo de Alcalá la Real, encarna siglos de historia y legado cultural en su imponente figura.

La torre de Charilla, también conocida como atalaya, se yergue como una centinela en la campiña jienense. Integrada visualmente con las torres de Los Pedregales y del Norte, conforma un sistema estratégico de vigilancia que defendía los territorios de Alcalá la Real. Su función principal era la de alertar ante posibles amenazas y mantener la comunicación con otras atalayas circundantes, formando parte vital de la red de defensa de la región.

La estructura de la torre presenta características arquitectónicas únicas. De planta circular y construida con sillares irregulares, muestra la destreza técnica de sus constructores. Aunque su altura actual alcanza los 7,80 metros, algunos estudios sugieren que pudo haber sido más elevada en su época de esplendor.

En su diseño, se distinguen tres cuerpos principales. El primero, accesible mediante una entrada en el cuerpo inferior, alberga una sala abovedada de forma semiesférica. El segundo cuerpo presenta dos huecos del tipo saetera, mientras que el tercero, presumiblemente, servía como la puerta original de acceso.

A pesar de su importancia histórica, la torre de Charilla guarda celosamente su verdadera edad. Aunque los expertos la sitúan aproximadamente entre los siglos XIII y XIV, después de la conquista por Castilla del territorio fronterizo, su datación precisa sigue siendo un misterio. Su técnica constructiva y tipología la vinculan estrechamente con el período de la reconquista cristiana en la región, siendo testigo mudo de la convulsa historia medieval de España.

Explorar la torre de Charilla es adentrarse en un viaje en el tiempo. Desde su entrada abierta en el cuerpo inferior hasta la cima, donde se vislumbran las impresionantes vistas del paisaje circundante, cada paso evoca la grandeza y la intriga de tiempos pasados. La escalera que conduce a la planta superior invita a los visitantes a imaginar la vida cotidiana de los antiguos guardianes que vigilaban el horizonte en busca de señales de peligro.

Hoy en día, la torre de Charilla no solo es un monumento histórico, sino también un símbolo del rico patrimonio cultural de la región. Su preservación y estudio continúan siendo fundamentales para comprender la historia de Alcalá la Real y su entorno. Además, su ubicación privilegiada en lo alto de un cerro junto a la aldea de Charilla la convierte en un destino obligado para los amantes de la historia y la arquitectura medieval.

La torre de Charilla es mucho más que un simple vestigio del pasado. Es un vínculo tangible con una época de valentía, intriga y exploración. Su imponente presencia continúa inspirando a generaciones presentes y futuras, recordándonos la importancia de preservar y valorar nuestro patrimonio cultural para las generaciones venideras.

atalaya de la Charilla | fotografía cortesía de María Pulido 1
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atalaya de la Charilla | fotografía cortesía de María Pulido 2
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atalaya de la Charilla | fotografía cortesía de María Pulido 3
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atalaya de la Charilla | fotografía cortesía de María Pulido 4
atalaya de la Charilla | fotografía cortesía de María Pulido 4
atalaya de la Charilla | fotografía cortesía de María Pulido 4
atalaya de la Charilla | fotografía cortesía de María Pulido 5

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