Hará poco más de un mes, no perdí la oportunidad de conocer las interioridades de otro de los buques de guerra de la Armada Española. Durante todo un fin de semana se organizó unas jornadas de puertas abiertas para quien quisiera viajar a Cádiz y conocer estas impresionantes embarcaciones. Realmente, puedo afirmar que no me decepcionó. Además de los rincones que fui visitando, es muy de agradecer la amabilidad de toda la tripulación y del guía que nos fue explicando los pormenores del funcionamiento y la vida del personal militar dentro del barco.
El recorrido fue más extenso de lo que yo esperaba e, incluso, pasamos por el puente de mando en el que nos fueron explicando, en líneas generales, como se gobernaba esta enorme embarcación militar. Ya he visitado otros buques de la Armada: el Juan Carlos I, el Castilla, o el Juan Sebastián El Cano, por citar alguno de ellos. Con todo, siempre que me lo permite mi agenda, no me pierdo estos eventos que, de manera regular, se van realizando en el puerto gaditano.
Hablando un poco sobre la fragata, nos contaron que es una de las más modernas con la que cuenta la Armada. Por cierto que su nombre se debe al contraalmirante Casto Méndez Núñez, marino de distinguida carrera militar durante la Guerra del Pacífico de 1865 a 1866. En este conflicto, se destacó, según nos narraron, en el bombardeo de Valparaíso y en el transcurso de las discusiones políticas que se siguieron a esta efeméride, en el que pronunció la famosa frase que hoy es lema del barco: «Preferimos honra sin barcos, que barcos sin honra«. Un interesante apunte histórico para la ya larga tradición de la marina española.
Prefiero ya terminar este artículo compartiendo algunas de las fotografías que hice durante mi visita.
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