No hace mucho que descubrí la existencia de una salina entre los términos municipales de Torredonjimeno y Martos. Aunque es posible acceder por ambas localidades, me centraré más en como llegar desde mi patria chica de Martos. No se puede decir que esté cerca. Hay que desplazarse unos ocho kilómetros por la carretera que conduce a Santiago de Calatrava para visitar estas antiguas salinas romanas.
No fue la única que existió en esta parte del corazón de la campiña jiennense. No en vano se produjo sal en dos durante muchos años: la de San Fernando -ya desaparecida- y la de San José.
A pesar de los siglos pasados y de que se encuentra abandonada, aún es posible encontrar vestigios que dan testimonio de la actividad que existió en otro tiempo en este lugar. Gestionada en otra época por la Orden de Calatrava, gozó de una gran importancia abasteciendo de sal a muchos pueblos de esta parte de la provincia de Jaén.
Este bien tan preciado fue extraído de unas instalaciones en las que fluía y se embalsaba agua procedente de un manantial y de los arroyos salobres que discurren por los alrededores. Aún es posible ver los distintos que componían esta salina y hacernos una idea de cuál era su funcionamiento.
No ha sobrevivido la casa del salinero que vivía durante todo el año junto a las salinas guardando las instalaciones y realizando las labores propias de esta industria.
Termino compartiendo algunas fotografías que os darán una idea del aspecto que presenta ese espacio salinero ubicado en la provincia de Jaén.
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Sólo remarcar que las salinas de San José están en término de Torredonjimeno