En la plaza de Asdrúbal se encuentran los restos de un antiguo acueducto que conducía el agua potable hasta la ciudad de Cádiz. Quisiera, en el artículo, compartir algunas fotografías de este trocito de la historia gaditana y un puñado de datos que la ilustren.
Fue una construcción construida durante la época imperial romana. Es, por méritos propios, uno de los proyectos de ingeniería civil más ambiciosos de la Hispania de aquellos tiempos. No en vano, tiene un recorrido de 75 kilómetros. Según los datos que he recogido, probablemente fue el quinto más largo construido en todo el imperio.
Partía desde los manantiales de Tempul, que aún hoy siguen surtiendo de agua potable a las poblaciones cercanas. Para ubicarnos un poco, este manantial se encuentra junto al castillo del mismo nombre, en el término municipal de San José del Valle. El recorrido del acueducto finalizaba en unos aljibes que se encontraban donde hoy está Puertas de Tierra.
Este proyecto surgió por pura necesidad. Dada la mala calidad del agua en la capital gaditana, en aquella época llamada Gades, y su escasez. Durante la etapa fenicia, existían un sistema de cisternas que recogían el agua de lluvia. El aumento de la población tuvo consecuencia que esta forma de abastecimiento fuese insuficiente.
Tradicionalmente, se ha afirmado que fue Julio Cornelio Balbo el menor quien promovió el proyecto. Sin embargo, estudios recientes datan la construcción del acueducto durante el gobierno del emperador Claudio, a mediados del siglo I a.C. Ya os podéis imaginar la antigüedad de la red de abastecimiento de agua potable de Cádiz.
En el siglo IV fue abandonado, volviendo al sistema de cisternas para proveer a los habitantes de la capital gaditana de agua. Tuvieron que esperar hasta la mitad del XIX cuando se reconstruyó una nueva red de abastecimiento.
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