Enclavada en un rincón estratégico entre la playa de Camposoto y el islote de Sancti Petri, la Batería de Sangenís se yergue como un testigo silencioso de la historia, susurrando los ecos de tiempos pasados. Este sitio, fuertemente fortificado desde la antigüedad, con la presencia del Castillo de Sancti Petri y otras defensas dispersas por la playa y la marisma isleña, cuenta una historia fascinante que se remonta a la Guerra de la Independencia contra los invasores franceses.
El nombre de esta fortificación se debe al ingeniero Antonio Sangenís, cuyo legado perdura en el tiempo. Durante la Guerra de la Independencia, cumplió un papel crucial al proteger la entrada sur al caño de Sancti Petri. Su misión era clara: impedir a los buques franceses sobrepasar este estratégico punto, salvaguardando así la seguridad de la región.
Remontémonos a aquellos tiempos tumultuosos en los que la Batería de Sangenís se erigió como bastión de resistencia. La Guerra de la Independencia fue un período relevante en la historia de España, y esta fortificación desempeñó un papel esencial en la defensa de la libertad y la soberanía.
A pesar de su importancia y su reconocimiento como parte del patrimonio histórico de Andalucía, la Batería de Sangenís yace hoy en día en un estado casi ruinoso. Acceder a ella presenta un desafío, ya sea desde la Batería de Urrutia o desde el Búnker del Boquerón en la playa. A lo largo de los años, la naturaleza y el abandono han dejado su huella, pero incluso en su decadencia, la Batería de Sangenís sigue siendo un testamento visual de la resistencia y la historia que alberga.
Para aquellos aventureros dispuestos a adentrarse en la historia, explorar la Batería de Sangenís ofrece una experiencia única. Desde las vistas panorámicas que pueden divisarse hasta los vestigios de estructuras que alguna vez fueron imponentes, cada paso en este terreno evoca un sentido de conexión con el pasado.
Os comparto algunas fotografías del estado actual de la batería.
Visitas: 0
