fuente de la alcubilla
fuente de la alcubilla

En medio del bullicio y la expansión de mediados del siglo XIX, Jerez, una de las joyas de España, enfrentaba un desafío crucial: el suministro de agua potable para su creciente población. Con más de 60,000 habitantes, la ciudad aún no había resuelto completamente este problema vital. Dependiendo de pozos, manantiales y escasas fuentes públicas, el agua era distribuida y vendida por aguadores locales, proporcionando apenas unos pocos litros por habitante al día.

Entre estas fuentes históricas, destaca la Fuente de la Alcubilla, una obra de piedra de estilo manierista construida en 1594. Con su distintivo cuerpo almohadillado y las pirámides que coronan esferas, la fuente se erige como un símbolo del pasado glorioso de Jerez. Es en ella donde se entrelazan historia y necesidad, donde los escudos de España y Jerez se esculpen en piedra como testigos mudos de tiempos pasados.

Las fuentes públicas, más allá de su función práctica, han sido siempre elementos que han embellecido y dado vida a pueblos y ciudades. Tomemos Roma como ejemplo, una ciudad que cuenta con más de 2,000 fuentes, algunas monumentales y otras más modestas, que durante milenios han sido no solo proveedoras de agua potable, sino también adornos de sus plazas y calles.

Sin embargo, con el devenir del tiempo, muchas de estas fuentes monumentales que abastecieron a los habitantes de Jerez han desaparecido, y las pocas que quedan han dejado de cumplir su función original. La Fuente de la Alcubilla, aunque ya no provee agua, sigue siendo un vestigio valioso de la historia de la ciudad. Recientemente, se ha emprendido un proyecto de restauración que busca devolverle su antiguo esplendor, pero ¿qué hay de sus chorros?

El Archivero Muñoz nos transporta al pasado al revelar que la Fuente de la Alcubilla, originalmente conocida como las Alcubillas o Depósitos, fue construida en el siglo XVI para abastecer de agua a la comunidad. El agua provenía de los Albarizones de Cartuja, cuya fuente aún persiste como un testigo silencioso de tiempos pretéritos. Aunque dejaron de cumplir su función en 1869 con la llegada de las aguas de Tempul, estas alcubillas y su fuente asociada siguen siendo parte de la rica historia de Jerez.

Es crucial recordar que, durante años, el Consejo Municipal proporcionó agua de manera gratuita, pero a partir de 1837 comenzaron a arrendarse, convirtiéndose en una fuente de ingresos para las arcas municipales. Aunque los métodos de explotación han cambiado, la importancia histórica de la Fuente de la Alcubilla no debe pasarse por alto. Mientras se lleva a cabo su restauración, no estaría de más considerar la posibilidad de devolverle también sus chorros, como un homenaje perpetuo al invaluable servicio que esta fuente olvidada brindó a la ciudad.

La Fuente de la Alcubilla no es solo una estructura de piedra, es un testimonio de la tenacidad humana ante los desafíos del pasado y una ventana a la rica historia de Jerez. Su restauración no solo significa la recuperación de un monumento, sino también la preservación de la memoria colectiva de una ciudad que sigue mirando hacia adelante sin olvidar su pasado.

fuente de la alcubilla - fotografía 1
fuente de la alcubilla – fotografía 1
fuente de la alcubilla - fotografía 2
fuente de la alcubilla – fotografía 2

Visitas: 0

1 COMENTARIO

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí