En las costas del sur de España, la ciudad de Rota guarda entre sus callejones y playas una historia fascinante que se remonta a la época musulmana. Su origen se encuentra en un ribat, Rabeta Ruta en árabe, que sentó las bases para la población hispano-musulmana. A lo largo de los siglos, Rota ha sido testigo de conquistas, pérdidas y transformaciones que han dejado una marca indeleble en su paisaje urbano.
En el año 1251, Fernando III el Santo conquistó la villa a los musulmanes, pero la historia de Rota no terminaría ahí. La sublevación mudéjar la reclamó, solo para ser recuperada en 1264 por el hijo de Fernando, Alfonso X el Sabio. Este periodo de la historia destaca la complejidad y las luchas que marcaron la transición de la ciudad entre diferentes gobernantes y culturas.
Sancho IV, reconociendo la valentía de don Alfonso Pérez de Guzmán, también conocido como Guzmán el Bueno, por su heroica defensa de Tarifa, le otorgó las tierras y villas costeras entre el río Guadalquivir y Guadalete. Este acto no solo honró a un valiente defensor, sino que también sembró las semillas para el futuro de Rota.
Guzmán el Bueno entregó la villa de Rota como dote a su hija Isabel de Guzmán, marcando el inicio de una conexión duradera con la Casa de Arcos. La muralla original, inicialmente utilizada para separar el ribat de los asentamientos, se transformó a partir del siglo XVI en una estructura defensiva más robusta. La incorporación de baterías y baluartes, junto con la instalación de piezas de artillería, definió una nueva era en la seguridad de la ciudad.
La muralla urbana de Rota, construida en mampostería con un grosor de apenas 2 metros, formaba un óvalo que rodeaba la ciudad. Aunque hoy en día solo quedan trazas de sus muros, algunas puertas, como la del Mar, Regla, Chipiona, y restos de otras como la de Jerez o Pasadilla, narran la historia de los accesos a la ciudad a lo largo de los siglos.
.A pesar de su rica historia, muchos de los baluartes y baterías defensivas han desaparecido debido a la acción del mar, especialmente tras el maremoto de 1755, y a la construcción sobre ellos. Estructuras como la Batería de la O, cubierta por una fábrica de conservas, o la Batería Duque de Nájera, ahora desaparecida bajo un hotel homónimo, son testimonios de la constante transformación de la ciudad
Rota ha experimentado un viaje fascinante a lo largo de la historia. Desde las conquistas medievales hasta las transformaciones defensivas, la ciudad ha dejado que sus muros cuenten la historia de siglos pasados. Aunque muchos elementos han desaparecido, las trazas y recuerdos perduran, ofreciendo a los visitantes una ventana al pasado de esta joya histórica en la costa andaluza.
Muralla del siglo XIII
Lienzo de la muralla urbana
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De nuevo, estupendo artículo y buenisimas fotografías.
Extraordinario reportaje. En aquella época las ciudades pasaban de manos cristianas a musulmanas y viceversa con una frecuencia acorde con las conquistas y reconquistas del territorio.
En tu interesante post reúnes nada menos que las figuras de Fernando III el Santo, Alfonso X el Sabio y Guzmán el bueno, tres exponentes históricos épicos de la historia de España. Las fotografías de la muralla revelan su buen estado de conservación general. No sé si habrán realizado sobre ella alguna labor de restauración.
Gracias por compartir buen contenido.
Te invito a comentar alguno de mis postas. Gracias por ello de antemano.
Saludos.