Se trata de una torre emplazada en las inmediaciones de la localidad jiennense de Fuensanta de Martos.
Construida, probablemente, entre los siglos XIII y XIV, formó parte de la encomienda de la Peña de Martos y Víboras cuando, tras la reconquista, Fernando III el Santo cedió la administración a la Orden de Calatrava.
En un lugar al que solo puede accederse a pie y de bastante interés histórico. A su alrededor aún existen vestigios de plantas de muros formados con piedras de grandes dimensiones. Este yacimiento pueden datarse, gracias a los restos de cerámica encontrados, a la época ibérica. Esto revela sin lugar a dudas de que esta parte de Jaén se hallaba habitada desde épocas muy antiguas y, por supuesto, tenía un valor estratégico.
Os comparto algunas fotografías.
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