Este conjunto monumental se encuentra en la localidad gaditana de Jerez de la Frontera. A pesar de que inicialmente lo situaba dentro de la ciudad, mi sorpresa es que se halla fuera de ella. En un lugar más bien apartado al lado de una carretera a la que llegue desde la pedanía de El Portal. Son unos minutos de viaje en coche.
Una vez que has aparcado en la puerta exterior, hay que caminar por el patio interior rodeado de edificios hasta llegar a la impresionante portada renacentista obra de Andrés de Ribera.
Actualmente el convento se encuentra regentado por las monjas de Belén, de la Asunción de la Virgen y de san Bruno. Antes que ellas, vivían entre sus muros los padres Cartujos.
Este impresionante monumento fue promovido por el caballero Álvaro Obertos de Valeto, de ascendencia genovesa e instalado en la ciudad como defensor de la plaza tras haber sido reconquistada a los musulmanes por el rey Alfonso X el Sabio. El emplazamiento del templo tiene un especial significado ya que en este mismo lugar, en el año 1358, se libró la batalla del Salado en el que salieron vencedoras las tropas cristianas.
Por estas razones, se erigió en agradecimiento a la Virgen una ermita con el nombre de Nuestra Señora de la Defensión, el cual que sería adoptado posteriormente por el Monasterio.
Aunque no sabría decir las horas en la que se encuentra abierto el edificio para su visita salvo, por supuesto, los momentos en los que se celebra el culto. De todas maneras, merece la pena acercarse allí para conocerlo. Comparto con vosotros algunas fotografías de los exteriores del edificio.
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