El «Vaporcito de El Puerto» es más que una simple embarcación; es un emblema de la identidad y el patrimonio marítimo de El Puerto de Santa María. Durante décadas, este barco unió a los habitantes de la ciudad con Cádiz, surcando las aguas de la bahía y convirtiéndose en un símbolo de conexión y tradición.
Orígenes y construcción del Adriano III
La saga de los vapores «Adriano» comenzó con el propósito de mejorar la comunicación entre El Puerto y Cádiz. El Adriano III fue construido en 1955 en los astilleros de San Adrián de Cobres, en la ría de Vigo, por iniciativa de los hermanos José, Juan y Eduardo Fernández Sanjuán, sobrinos de Antonio Fernández, conocido como «el Adriano». Esta motonave, aunque popularmente llamada «vaporcito», nunca fue propulsada por vapor; inicialmente contaba con un motor de explosión que, en 1991, fue sustituido por un motor diésel «Guascor» de 360 caballos.
Características técnicas y servicio
El Adriano III medía 25,25 metros de eslora, 5,76 metros de manga y 2,80 metros de puntal, con un peso de 117 toneladas. Construido con madera de roble para el armazón y tablones de pino gallego para el casco, tenía capacidad para 200 pasajeros distribuidos entre la cubierta del puente y la principal. Durante años, realizó la travesía entre El Puerto y Cádiz en aproximadamente 35-40 minutos, dependiendo de las condiciones climáticas.
Declive y hundimiento del vaporcito de El Puerto
El 30 de agosto de 2011, el Adriano III sufrió un accidente al chocar contra una escollera en el puerto de Cádiz, lo que provocó su hundimiento en el muelle Reina Victoria. Tras ser reflotado, fue trasladado al Varadero del Guadalete en El Puerto de Santa María para su reparación. Sin embargo, diversos contratiempos y la falta de apoyo institucional llevaron al abandono del proyecto de restauración.
Estado actual y perspectivas
Actualmente, los restos del Adriano III yacen en el varadero del río Guadalete, en un estado avanzado de deterioro. La desaparición de estructuras de soporte ha provocado el colapso de partes de la embarcación, como la cubierta de popa. A pesar de iniciativas ciudadanas y de la asociación portuense «El Vaporcito» para su recuperación, la falta de financiación y el desinterés de las administraciones han impedido su restauración.
El Adriano III permanece como un testimonio silencioso de la rica historia marítima de El Puerto de Santa María, esperando que, en algún momento, se le devuelva la dignidad que merece como parte integral del patrimonio cultural de la región.
Galería de fotografías
Creo que lo único que ya no resta sino compartir algunas fotografías que he ido realizando a lo largo de los años del que cariñosamente se conoce como el vaporcito de El Puerto. Con todo, ya publiqué en mi blog una galería de fotografías del barquito.















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