Imagino que, como yo, os habréis preguntado qué origen y función tuvo el edificio que se encuentra a las espaldas de la actual estación de ferrocarril de El Puerto. En esta misma calle se halla también el Molino de Mareas, del que ya he hablado en otro artículo de mi blog.
Diría que, a primera vista, es una zona poco cuidada, con varias naves industriales abandonadas y descampados repletos de herbazales. El entorno diría que no acompaña en absoluto. Por este lugar, empero, pasa el camino hacia la pasarela peatonal en donde es fácil encontrar a cualquier hora del día algún que otro pescador. Más allá sigue el camino hacia las salinas de la Tapa.
Pero volvamos al edificio. Según parece, fue un antiguo matadero, trasladado a este lugar en 1697 desde lo que hoy es la casa de Los Leones y el Bar Vicente, donde laboraban los trabajadores del gremio originalmente.
En la actualidad, el edificio se encuentra rehabilitado y dedicado a ser sede de distintas asociaciones culturales y artística. No en vano, durante el año se celebran algunas veladas flamencas en su patio interior. Con todo, el edificio ha perdido parte de su estructura arquitectónica. Por lo que pude informarme, su cercanía al río Guadalete provoca que la humedad del ambiente ocasione no pocos problemas que exigen continuos trabajos de mantenimiento.
Al menos hay que felicitarse de que este edificio se haya recuperado y, como se suele decir, se ponga de nuevo en valor. Si acaso, habría que ser un poco más ambiciosos y esperar que en un futuro próximo, el entorno esté mucho más cuidado, eliminando de la vista los edificios que por su estado de abandono afean el paisaje y, por supuesto, ajardinando las zonas de alrededor. Pienso que, de esta manera, sería un entorno mucho más acogedor para los portuenses o para quienes deciden pasar en esta ciudad su tiempo de vacaciones.
Termino publicando algunas fotografías de la fachada exterior y del patio principal de este viejo edificio histórico.
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