En plena época de la Ilustración, la Hermandad de la Santa Caridad comenzó a levantar una nueva sede para el hospicio de Cádiz. A mediados del siglo XVIII, existía la preocupación por ofrecer a la población más desfavorecida unas condiciones asistenciales lo más dignas posibles.
Un edificio de grandes dimensiones, que hoy permanece abandonado y en espera de que sea puesto, de nuevo, en valor, fue terminado en 1763 por Torcuato Cayón.
Encuentras en algunos blogs, historias de fenómenos paranormales acontecidos entre los muros del edificio. No olvidemos que aquí, además de los niños del hospicio, también se alojaron dementes y trastornados psíquicos hasta que fueron trasladados a la residencia de Nuestra Señora de la Paz.
Os dejo algunas fotografías de la fachada del edificio tal y como , en la actualidad, la pueden ver los que pasean por el paseo de la Caleta.
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