En los pasillos centenarios de la majestuosa Catedral de Jaén, erguida como un guardián en el corazón de nuestra provincia, se teje una historia que ha resistido el paso del tiempo. Susurros en las sombras hablan de un espectro infantil, cuya presencia ha captado la atención de propios y extraños por igual.
Esta narración tiene sus raíces en una Semana Santa celebrada a mitad del siglo pasado. Durante la emotiva procesión, un niño, embargado por la emoción de presenciar la salida de Nuestro Padre Jesús, “El Abuelo”, como es conocido entre los jiennenses, sufrió una fatal caída desde una elevada estructura, encontrando la muerte en el suelo de la catedral.
Desde entonces, su presencia ha sido objeto de relatos que despiertan asombro y estremecimiento. En las noches silenciosas, cuando el templo está casi desprovisto de almas, el llanto desconsolado de un niño emana del coro, acompañado por una ráfaga de viento gélido que congela el alma de los presentes. Testigos han afirmado avistar la fugaz silueta de un pequeño, ataviado con un atuendo típico de otra época, correteando por las anchas naves en dirección a la sacristía.
La misteriosa inclinación del niño hacia la advocación de la Virgen de las Angustias agrega un matiz sobrenatural a la leyenda. Durante la procesión de Semana Santa, se cuenta cómo el niño se desliza misteriosamente bajo el paso procesional, para luego evaporarse cuando alguien intenta abordarlo. La intriga alcanza su clímax cuando aquellos que buscan reprenderlo se encuentran con la nada bajo el paso, como si el niño se desvaneciera en el aire.
Incluso el valiente sacristán del templo no ha escapado a los enigmas de esta leyenda. Durante sus rondas nocturnas para asegurar el cierre del templo, ha sido testigo de la fugaz figura del niño corriendo hacia la sacristía. Sin embargo, al seguir su rastro, se encuentra con una estancia desierta, sin indicios del visitante sobrenatural.
Las puertas y ventanas inexplicablemente entreabiertas al amanecer añaden un toque final de misterio a esta narración que ha perdurado a lo largo de las generaciones. La leyenda del ‘Niño de la Catedral de Jaén’ continúa atrayendo a aquellos que buscan adentrarse en lo inexplicable, fusionando lo terrenal con lo espiritual en el corazón de nuestro legado histórico y religioso. Quién sabe, tal vez aquellos que se aventuren a visitar la Catedral de Jaén puedan ser testigos de la presencia etérea de este niño errante, recordándonos una historia trágica que ha quedado grabada en la memoria colectiva como un enigma eterno.
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Pues no la conocíamos y eso que pasamos una breve etapa en Jaén, y nos encantó esa catedral renacentista!gracias por compartir! 😉 Saludos!! 🙋♂️🙋♀️