Os invito a conocer otro rincón del impresionante patrimonio histórico, arquitectónico y artístico de la Jerez de la Frontera.
Se trata de una construcción de origen andalusí que, en otra época, protegió la ciudad. Actualmente, sin embargo, solo define el perímetro de lo que es el centro histórico del municipio gaditano.
Por su especial condición de plaza fuerte, Jerez de la Frontera sufrió frecuentes incursiones que hizo necesario que se rodeara de una muralla. Comunmente se señala la fecha de 1133 cuando, aun bajo el imperio almorávide, se inician las obras de construcción de la fortificación.
Unos años después, en 1143, la ciudad se subleva contra el dominio almorávide y constituye el reino de Taifa de Jerez. En estos años se procede a reforzar las defensas que rodeaban a la ciudad.
Durante la sublevación contra los almohades, Jerez se mantuvo fiel a éstos últimos, lo que le hizo conseguir privilegios, convirtiéndola en una de las poblaciones más importantes del siglo XII en la península. Entre ellas, levantar el nuevo trazado de la muralla, que es la que se ha conservado hasta nuestros días.
Os dejo un puñado de fotografías de los restos que aún se mantienen el pie desde algunas calles del centro histórico de Jerez de la Frontera.
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